Vaya agarrón que se dieron el presidente Andrés Manuel López Obrador y el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, luego de que el primero afirmó ayer en su tradicional conferencia matutina en Palacio Nacional, que México se convirtió en un “narcoestado” durante la gestión del michoacano, en tanto que el segundo afirmó que la temeraria acusación del tabasqueño sólo busca ocultar que han muerto más de 52 mil personas por el coronavirus y se ha desplomado la economía, como nunca antes, por las políticas erráticas que ha tomado en poco más de año y medio que va de su gobierno.
Y tiene mucha razón el expresidente Calderón Hinojosa, puesto que el tabasqueño no sólo viola el debido proceso por filtrar las declaraciones de testigos colaboradores en contra del ex-Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, sino también toma como verdaderas las acusaciones de gentes que sólo buscan reducir sus penas o saldar cuentas pendientes.
También tiene razón cuando critica a López Obrador por lanzar fuertes consignas en contra de los medios informativos que difunden las cifras oficiales acerca del número contagios y muertos por el coronavirus en el país, sin dejar de mencionar que ha emprendido campañas de desprestigio en contra de analistas y conductores de noticieros en radio y televisión que difunden datos estadísticos que comprueban el fracaso de la estrategia en contra de la pandemia que encabeza el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
Por cierto, el funcionario consentido del presidente López Obrador dio a conocer el pasado 4 de junio una estimación del gobierno federal en torno al número de muertos por el coronavirus en nuestro país, en donde describía varios escenarios posibles que iban desde una cantidad baja que era entre 6 mil a 12 mil 500 fallecidos, una intermedia que era de 30 mil a 35 mil personas y finalmente dijo que había un “escenario catastrófico” que podría llegar a 60 mil defunciones.
Y hoy a 143 días de la primera muerte por el coronavirus registrada en México, la cifra negra por la pandemia llega a poco más de 52 mil 600 defunciones y la curva no se ha aplanado, como pretenden hacernos creer el presidente López Obrador y el doctor López-Gatell Ramírez.
El “escenario catastrófico” se podría alcanzar a finales de agosto, incluso antes sí el número de muertos diarios sigue el ritmo de los últimos días, que es más de 600 personas fallecidas diariamente por el coronavirus en el país.
A pesar de que ha fracasado rotundamente la estrategia en contra del coronavirus en el país, el presidente López Obrador todavía se ufana en decir que no se cambiará, que ha sido un rotundo éxito porque, según él la pandemia no ha sido tan catastrófica como en otras partes, incluso hizo comparaciones de cifras de México con Estados Unidos.
¿Y porqué no hizo una comparación con otros países, cuyos gobiernos han enfrentado la pandemia del coronavirus con toda responsabilidad?, como podría ser Japón que tiene una población de 126 millones 529 mil habitantes y sólo ha registrado mil 50 fallecimientos en tanto México, con una población de 124 millones 738 mil habitantes, se han tenido poco más de 52 mil 600 defunciones.
Los familiares de las personas fallecidas por el coronavirus califican como una burla la ceremonia que hizo López Obrador en honor a los fallecidos por el coronavirus en Palacio Nacional, así como también el minuto de silencio que deben realizar los funcionarios de la llamada 4° Transformación.
Es por eso, que el expresidente Calderón Hinojosa tiene razón en señalar que la temeraria afirmación del presidente López Obrador acerca de que México se convirtió en un “narcoestado” durante la administración del michoacano sólo es una cortina de humo para ocultar el rotundo fracaso de la estrategia en contra del coronavirus y del desplome de la economía mexicana.
Por otra parte, pero sin dejar el tema del coronavirus en el país, la llamada Alianza Federalista de Gobernadores acordaron ayer establecer su propio Sistema de Indicadores de Salud para el regreso a clases ante la crítica situación que se enfrenta a causa de la pandemia.
Reunidos los 10 gobernadores de esta naciente organización en el Centro de Convenciones de Torreón, Coahuila, señalaron que cada entidad federativa tomará en cuenta la opinión de expertos para definir el regreso a clases, ya que resulta prioritario conservar la salud e integridad de niñas y niños de educación básica.
En el cónclave, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca dijo que no basta con decir que el regreso a clases en forma presencial se dará cuando el semáforo epidemiológico esté en verde, puesto que cada entidad federativa va a definir la fecha del regreso a las aulas a través de distintas modalidades y en forma gradual, cuyas etapas no contiene la estrategia nacional.
Antes de concluir la reunión en Torreón, Coahuila, los integrantes de la Alianza Federalista de Gobernadores anunció que establecerán contacto directo con el actual presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Juan Manuel Carreras López, gobernador de San Luis Potosí, para coordinar acciones y propuestas durante la reunión que sostendrán con el presidente López Obrador el próximo 14 de agosto.
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