DESDE ESTA ESQUINA…

Por: MELITON GUEVARA CASTILLO.-

¡Se sacó la rifa del tigre! Es una expresión muy socorrida cuando alguien, hombre o mujer, asume una responsabilidad difícil, complicada, que parece una “misión imposible” triunfar. Es lo que sucede con Gustavo Rivera, a quien ayer le dieron la tarea, la chamba pues, de ser el nuevo gerente de la COMAPA. Repite, pues, llega a una tarea que ya conoce, no puede alegar improvisación.

Cuando se asume un cargo, por lo regular, siempre nos fijamos en el curriculum del protagonista. Y lo hacemos porque es frecuente, al menos en México, que se dan nombramientos sin ton ni son, a familiares o amigos, la mayor parte de las veces sin preparación o experiencia. En este caso, difícil señalar que Gustavo sea un improvisado.

CAJA CHICA.

Por años, o trienios, se ha considerado a las COMAPAS municipales como la caja chica del gobierno en turno. Por eso, gobierno tras gobierno estatal, hay un pleito con los Presidentes Municipales por la administración de estas comisiones. Tanto que, se recuerda, como Francisco Javier García Cabeza de Vaca cuando fue alcalde de Reynosa, peleo, busco, y la justicia le dio la razón: la COMAPA, dijeron, debe ser administrada por el Municipio.

Ya como gobernador, sin embargo, la actitud vario. Y, lo que son las cosas, las instancias también le dieron la razón: en Reynosa la COMAPA está a cargo de un cercano colaborador del gobernador. Son pues, entonces, estos organismos una especie de premio y se convierten, al paso del tiempo, también en el medio para ganar una candidatura… Pero, entiéndase, tiene que tener una operación eficiente.

TALON DE AQUILES DEL GOBIERNO.

En el caso de Victoria, también se ha considerado una caja chica; por tal motivo, sus finanzas nunca han sido suficientes para cumplir cabalmente con la población capitalina. Y año tras año, alcalde tras alcalde, el problema del abasto del agua se fue haciendo más grande. Y ese fue el talón de Aquiles de los gobiernos priistas y lo fue, también, del alcalde panista Xicoténcatl González Uresti. Y es, también, el problema de Pilar González.

Recordamos que Oscar Almaraz, cuando fue alcalde, realizo obras de infraestructura en la red de agua y alcantarillado; hubo áreas o zonas de la ciudad que cambiaron tuberías y válvulas. Y, si bien Xicoténcatl hizo una que otra inversión, con la llegada de Pilar se intensificaron estos trabajos. Pero, por lo visto, no han sido suficientes, por una sencilla razón: no hay agua.

POZOS SIN AGUA.

Efectivamente Gustavo Rivera es un valiente. Ha como están las cosas, se entiende, ya no se puede saquear, como en otros periodos, al organismo operador del agua. Y la cuestión es que llega en un momento de crisis: la COMAPA no puede surtir, de manera eficiente el agua a las familias victorenses. Por eso hay reclamos, bloqueos de calle, porque en las tuberías no hay agua y las pipas que van de una a otra colonia, vivienda, no pueden con el paquete.

Los mantos acuíferos de la capital tamaulipeca son insuficientes. El crecimiento demográfico y territorial ha sido extraordinario. Hubo un tiempo que bastaba “La Peñita”; pero ahora, ni con los pozos que se han ido agregando, no hay agua… hay, es cierto, recarga natural de los mismos, pero es insuficiente. Visto así, luego entonces, la única solución es la segunda línea del Acueducto de la Presa a la ciudad… tal y como lo sentencio en su momento Américo Villarreal Guerra.

Gustavo, vamos pues, no es un mago: necesita agua para hacer un buen trabajo.