El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que se reunirá con todos los gobernadores el próximo 14 de agosto en San Luis Potosí, a fin de cumplir el compromiso que concertó con Juan Manuel Carreras López, mandatario potosino y actual presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), cuyo anuncio podría considerarse como una respuesta a la solicitud que hicieron los nueve mandatarios estatales que conforman la llamada Alianza Federalista de Gobernadores.
El mensaje del tabasqueño fue muy claro, se reunirá con los integrantes de la Conago para afrontar la crisis sanitaria por el coronavirus y establecer una serie de compromisos que sirvan en la recuperación de la economía del país, pero no así con otras organizaciones creadas recientemente, como es el caso de la Alianza Federalista de Gobernadores.
Incluso, señaló que el cónclave potosino se realizará dentro de 10 días porque todavía le faltaba reunirse con otros gobernadores del norte del país, entre los que se encuentra Francisco García Cabeza de Vaca, quien será el anfitrión del tabasqueño la próxima semana en Reynosa, Tamaulipas.
López Obrador minimizó la solicitud de los nueve integrantes de la Alianza Federalista de Gobernadores, luego de señalar que está dispuesto a dialogar con todos, pero advirtió que “hay bulla y ruido” porque se avecina el proceso electoral federal del próximo año.
También dijo que se ha reunido con varios gobernadores, como fue el caso de Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco, quien había emitido fuertes críticas en contra de la administración federal antes de recibir al tabasqueño, pero durante la reunión entre ambos dijo ser amigo del presidente y hasta se comprometido en ser su aliado para afrontar juntos el reto de sacar adelante al país.
En aquella ocasión, Alfaro Ramírez dijo que “Jalisco necesitaba más que nunca a su presidente”, pero también aprovechó la oportunidad para insistir en la necesidad de un nuevo pacto fiscal, además de exigir respeto al marco jurídico con el que se firmaron los contratos para la generación de energías limpias en el país.
Se espera que en el cónclave potosino acudan los nueve integrantes de la Alianza Federalista de Gobernadores, sin importar que la reunión con el presidente López Obrador del próximo 14 de agosto la haya concretado el presidente de la Conago, el mandatario priísta Carreras López.
De igual forma, se espera que los “aliancistas” acudan con propuestas sólidas y concretas para lograr el compromiso de López Obrador para tener un nuevo pacto fiscal, sobre todo ahora que poco a poco se registra la recuperación de la economía de ciertos sectores productivos.
Y ojalá que a ninguno de los nueve integrantes de la Alianza Federalista de Gobernadores se le ocurra insistir en exigir nuevamente el cese del doctor Hugo López-Gatell Ramírez como Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, cuya demanda resulta inútil y hasta pueril porque el funcionario federal se ha ganado la cariño y admiración del presidente López Obrador.
Por otra parte, se espera que con la llegada de María Fabiola Alanís Sámano a la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra de las Mujeres (Conavim) se logré avanzar en la protección de las mujeres, luego de que con el pretexto de la llamada “austeridad republicana” y de “acabar con la corrupción” se cancelaron diversos programas, entre los que se encuentra el cierre de refugios para mujeres víctimas de la violencia intrafamiliar.
Alanís Sámano llega con todo el apoyo de la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez-Cordero Dávila, pero si no cuenta con el presupuesto necesario no podrá cumplir con la delicada misión de proteger y salvaguardar a las mujeres, especialmente ahora que se ha incrementado la violencia intrafamiliar a causa del aislamiento por el coronavirus y el número de homicidios en contra de las mujeres.
Tamaulipas se encuentra entre los primeros lugares de las estadísticas negras en torno a la violencia en contra de las mujeres, así como también en el número de personas desaparecidas y no localizadas, según la Comisión Nacional de Búsqueda, adscrita a la Segob.
En los casos de feminicidios, las cifras en torno al número de asesinato de mujeres no cuadran en la entidad, puesto que no se contabilizan en el contexto de la violencia de género y los homicidios son clasificados como dolosos, por lo que las familias de las víctimas se quejan de las autoridades estatales.
Es por eso, que se tiene la esperanza de que con Alanís Sámano se logre reactivar a la Conavim, puesto que su antecesora, la activista Candelaria Ochoa Ávalos, no tuvo acceso a los recursos necesarios para lograr las metas planteadas a favor de niñas y mujeres víctimas de la violencia, incluso ni siquiera se enteró el por qué se le pidió su renuncia cuando apenas tenía ocho meses en el cargo.
Correo electrónico: [email protected]