CUADRANTE POLITICO…
POR: FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO.—
¿En plena era del internet y de las grandes tecnologías virtuales, estamos a merced de lo sorpresivo y de lo impredecible?
Esto, desde luego nos convierte en una sociedad altamente vulnerable. Dichas reflexiones forman parte de una interesante teoría. Finalmente lo que no sabemos, es más importante que lo que sabemos. Los invito a que lean esta obra. Se llama el Cisne Negro y se publicita como “El impacto de lo altamente improbable”.
El libro fue escrito entre 2007 y 2010. Forma parte de una zaga de obras del autor, sobre un mismo tema: la incertidumbre. ¿Como manejarla? ¿Cómo enfrentarla? Se han vendido más de tres millones del Cisne Negro. Y actualmente se le puede leer en 31 idiomas.
Se trata de una novedosa teoría que habla de sucesos insólitos. Algo que nadie espera. Han aparecido varios Cisnes Negros en el mundo contemporaneo, entre ellos, los sucesos del 11 de septiembre, con el derrumbe de las torres gemelas. La obra pertenece al ensayista, investigador y financiero libanes Nassim Nicholas Taleb, y se ha puesto de moda, a propósito del Coronavirus.
Taleb rechaza que los seres humanos sigamos explicando el mundo con un enfoque platónico, es decir teórico. A partir de esta reflexión, desliza la idea de que las universidades y las especialidades en economía, son obsoletas, porque generalmente son derrotadas por el azar, mismo que echa por tierra los actuales modelos del conocimiento.
¿Porque lo de Cisne Negro? Porque antes de que descubriesen el continente australiano, el resto del mundo afirmaba que solo había cisnes blancos. Y posteriormente se demostró que estas aves, también podía ser de color oscuro.
De acuerdo al autor, esto demuestra cuan frágil es el conocimiento. Y que una sola observación, es capaz de echar por tierra una afirmación generalizada. La teoría del Cisne Negro, nos habla de las rarezas que se dan, sin que exista una razón. Producen fuerte impacto. Los humanos inventan explicaciones de ellas, a pesar de que no tengamos las bases suficientes.
En la historia del mundo existe una gran cantidad de Cisnes Negros: la Guerra Mundial, la llegada de Hitler al poder, los sucesos de las Torres Gemelas. La aparición del internet en el mundo es un Cisne Negro. Las crisis económicas y…sí acertó usted: las pandemias, como el COVID-19.
Dice Taleb que nuestra mente es una grandiosa maquina capaz de explicar y darle sentido a todo lo que sucede. Y a todo tipo de fenómenos creemos encontrarle un origen. Pero lo cierto es que no estamos preparados para lo impredecible.
Señala el autor que, antes de que se produzca un hecho de magnitudes incalculables como el Coronavirus, suceden millines de pequeños hechos, a los cuales no les damos relevancia y los pasamos por alto.
La conclusión del escritor e intelectual Taleb, es cruda pero al fin y al cabo realista: dice que los expertos en diversos temas, pueden hacer proyecciones a tres décadas para predecir temas de energía o economía. Pero lo cierto es que, ni los más capaces científicos pueden prever lo que sucederá, de aquí al verano siguiente.
—–VICTORIA: ¿EL CENTRO DE LA PANDEMIA TAMAULIPECA?—
De manera sorpresiva, nuestra capital se ha convertido en el centro de la pandemia tamaulipeca, con mayor número de casos. Sobre esta realidad, se ha dicho que , muchos de los enfermos en ciudades de la frontera, como Nuevo Laredo, están siendo trasladados a esta ciudad, y que para efectos estadísticos por municipio, le son anotados a esta urbe, considerada como la caja de resonancia política del estado.
De ser cierta esta versión, entonces estaríamos ante un fenómeno injusto, en el que, por el hecho de ser el centro de la geografía política, la capital del estado resintiría la maquinación estadística, de casos, que realmente se originaron en regiones del norte y del sur de la entidad, pero especialmente de la frontera.
Decimos lo anterior, porque, las actuales estadísticas relacionadas con el triste liderazgo victorense, en el tema del Coronavirus, atenta contra la lógica poblacional y geográfica de una entidad, cuyos referentes demográficos no se encuentran en el centro, sino en norte y en el sur.
Algo no cuadra en esta historia.