Opinión pública

Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Sin que alguien saliera a desmentir, desde
temprana hora de este martes cundió en medios y redes un presunto cateo
a oficinas de la empresa Desarrolladora y Constructora CAVA, propiedad de
los Cabeza de Vaca, en Reynosa, que alcanzó la oficina de gestión del
todavía senador Ismael.
La intervención -colonia Del Prado- habría estado a cargo de la Fiscalía
General de la República, donde nunca faltan investigaciones sobre
presuntos actos delictivos de la familia.
Oficialmente nadie lo aceptó. A la hora de cerrar estas líneas (seis de la
tarde) no había boletines sobre el tema.
Son gente que vive al filo de la navaja, en los escándalos, denuncias de
corrupción, expedientes judiciales y órdenes de aprehensión.
La sociedad fue integrada el 23 de agosto del 2003 ante la fe del notario
Horacio Ortiz Renán, más tarde presidente del Tribunal de Justicia
cabecista. Pareciera una empresa sinónimo de corrupción.
Desde la época en que se posesionaron del ayuntamiento de Reynosa,
utilizaron el negocio para otorgarse contratos del municipio, así como de
otras dependencias como Caminos y Puentes Federales, Conagua, SCT y
otras.
Por cierto, en la ciudad más grande de Tamaulipas, Reynosa, quedó
“arreglada” la inédita emergencia hídrica de los últimos días. La población
no estaba preparada para tandeos del vital líquido (como en Victoria
capital). Jamás había faltado agua en los grifos.
A diferencia de lo que sucedió en el sur, Tampico, Madero, Altamira,
donde las lagunas se secaron, en la fronteriza la escasez se debió a que
Conagua suspendió simultáneamente el suministro desde los canales
Anzaldúas y Rodhe, que surten al 38 por ciento de la mancha urbana, con
motivo de obras de rehabilitación.
No fue falta de abasto. La culpa es del organismo federal por no advertir.
Se aplicaron autoridades y sociedad. El Gobernador Villarreal Anaya
hizo tarea de gestión ante el gobierno federal, lo mismo el alcalde Carlos
Peña Ortiz y el senador José Ramón Gómez Leal. El agua ya va hacia la
presa Falcón y de ahí al Anzaldúas. Llegará a la ciudad entre sábado y
domingo.
Peña Ortiz le metió cinco millones de pesos para ayudar a Conagua a
terminar, cuanto antes, las obras de mantenimiento a canales, originalmente
destinados a cuestiones agrícolas.
Los tres niveles aportaron pipas, igual que particulares, para surtir de
agua a ese porcentaje en escasez.

La solución planteada, a futuro: Construir un acuaférico con cuatro
potabilizadoras y tomar exclusivamente agua del río Bravo. Anzaldúas y
Rodhe serán para riego. Buena la lección.
Sin abandonar Reynosa, si hay una administración municipal que se
distingue por su transparencia, es la de Peña Ortiz. Las compras y obras
todas van a licitación, sin dividir montos de inversión que permitan
adjudicaciones directas.
Por eso no extrañó cuando, este martes, el Periódico Oficial del Estado
publicó convocatoria para subastar públicamente, el 30 de agosto, un total
de 207 vehículos chatarra, en su mayoría autos y camionetas.
Para que no haya lugar a dudas sobre la honestidad en la venta, se
piense mal y surjan acusaciones de componendas, el paquete se venderá a
una sola persona o empresa. No habrá funcionarios y empleados del
municipio que “ganaron” vehículos de remate.
La subasta presencial es una figura que ha utilizado el alcalde Carlos
Peña Ortiz para agenciarle más lana al erario. A partir de 420 mil pesillos,
monto de salida, ganará el que ofrezca más, el mejor postor.
Igual subasta pública, el tres de septiembre, de un bien inmueble
ubicado en el corazón de la ciudad, Morelos y J. B. Chapa, que en su
tiempo fue propiedad de Antonio Nassar Hatem, comerciante y uno de los
forjadores del desarrollo de Reynosa.
El predio de 2,600 metros cuadrados y más de mil de construcción,
abandonado, fue embargado por el municipio por adeudos de predial desde
hace años. Su propietario falleció en 1977.
La base para participar en la subasta es de 10.3 millones. El valor
comercial calculado por los peritos, en 15.5 millones, y no, no quedará en
manos de funcionarios.
FERIA DEL LIBRO.- La UAT participa en la VI Feria del Libro de los
Universitarios (FILUNI 2024), un evento organizado por la UNAM. A la
apertura en la gran capital asistió el Rector Dámaso Anaya Alvarado, quien
agradeció al titular de la máxima casa de estudios de México, Leonardo
Lomelí Vanegas, su invitación.
La universidad local cuenta con un stand en que presenta amplia gama
de publicaciones, de su editorial, en diversas disciplinas.
Américo Villarreal dará el Grito de Independencia en ciudad Victoria,
plaza Juárez, frente al viejo Palacio de Gobierno estilo militar.
Tradicionalmente ahí ha sido. Ahí presidió los eventos su padre
Gobernador, Villarreal Guerra.
Hablando de Victoria, sigue el bacheo y rehabilitación de calles. El
municipio reporta que, en una semana, repararon 34 mil metros cuadrados
de vialidades en beneficio de 13 mil habitantes de cinco colonias y cuatro
ejidos, según acuerdo de coordinación del alcalde Eduardo Gattás y el
gobierno del Estado, que también le mete lana.