En un esfuerzo por promover la innovación y el progreso en el sector citrícola de la
región, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) llevó a cabo el Foro de
Transferencia sobre el Estado Fisiológico de los Cítricos en Tamaulipas,
organizado por el Instituto de Ecología Aplicada (IEA).
Realizado en las instalaciones del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de
Tamaulipas, el foro congregó a una audiencia compuesta por expertos,
investigadores, profesionistas y estudiantes del sector agrícola.
La Dra. Edilia de la Rosa Manzano, directora del IEA, inició la presentación
de hallazgos relevantes sobre la «Variación fisiológica de la naranja y toronja frente
a factores bióticos y abióticos», mientras que el Dr. Leonardo Uriel Arellano
Méndez, investigador de la UAT, abordó el tema «Empleo de drones en agricultura
de precisión».
La directora del IEA destacó el compromiso del rector de la UAT, MVZ
Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, en el sentido de contribuir a solucionar
desafíos que enfrentan los sectores productivos, como es la citricultura, en la
región.
Hizo énfasis en la investigación realizada para comprender las respuestas
fisiológicas de los cítricos ante plagas como la mosca mexicana de la fruta, y en la
implementación de técnicas avanzadas para medir y evaluar la productividad de
los cultivos a nivel de huerta.
Dicha iniciativa busca transferir los resultados de investigaciones científicas
a los usuarios finales; en este caso, los productores de cítricos; con el propósito de
mejorar la gestión y el rendimiento de esos cultivos en Tamaulipas.
Se resaltó el papel crucial de la UAT en la mitigación del cambio climático a
través de la citricultura, destacando los esfuerzos del Instituto de Ecología por
demostrar la capacidad de las huertas de cítricos para capturar carbono y

contribuir a la sostenibilidad ambiental de la región.
La divulgación de la investigación científica y la vinculación con diversos
actores citrícolas de la región son pilares fundamentales en el compromiso de la
UAT con el desarrollo sostenible y la prosperidad de la comunidad. Estas acciones
no solo permiten el intercambio de conocimientos y la adopción de mejores
prácticas en el sector citrícola, sino que también fortalecen los lazos entre la
academia, la industria y los productores locales.