La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La derrota política del ex gobernador, tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca, en la arena nacional, evidencia su fragilidad en los espacios de la élite del poder nacional. Se nota: su influencia se achicó; incluso en la entidad, impactará ese descalabro en sus aspiraciones y en los sueños de sus socios y aliados.
Ya se sabía: sus vínculos con la Nomenklatura azul, fue de coyuntura; era bien recibido, era bien acogido, por los fondos que representó en tanto estuvo al frente de los dineros de los tamaulipecos.
Esa época de gloria, le permitió financiar diversos proyectos de políticos y de ayudar a decenas de amigos, a través de contratos y aviadurías. Decenas de chilangos, se hicieron millonarios con dos o tres trabajitos.
Terminada esa fiesta, los factores nacionales panistas, se le fueron retirando.
Luego de tanta balandronada, -presumía que iba a ser presidente- el panismo nacional, ponderó su tropiezo -la imposibilidad de lograr las 150 mil firmas, para pasar a la segunda fase de la pugna por la candidatura prianista- su real liderazgo.
Menor, muy menor, la estatura del mexicoamericano.
Y cómo no: se acabaron los dólares del tesoro público que le llegaron a pasto en el pasado; y llegaron las exigencias del mercado real, en donde hay que pagar con moneda del bolsillo propio.
¿Qué pasará en la estructura política de Tamaulipas, en ese nuevo escenario con un Cabeza de Vaca, arrinconado, empequeñecido y presionado por la orden de aprehensión que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene en sus manos?
1.- Cancelada una salida digna a nivel nacional, podrá obtener una senaduría o una diputación de Representación Proporcional, pero la grandeza con la que soñó, no se ve en su futuro inmediato. Vaya que traen presión los Cabeza de Vaca: uno trae orden de arresto, y el otro -Ismael- sin el fuero, enfrentará una serie de investigaciones por delitos similares presuntamente cometidos por su fraterno.
Más claro: a la familia Cabeza de Vaca, le apremia obtener fueros para frenar las ansias de la PGR.
2.- El paisaje azul tamaulipeco, bajo esas circunstancias, se tensará. Los Cabeza de Vaca, irán por todo en el estado. Tienen con qué: la red partidista prianista, la tienen bajo control; bajo absoluto control.
El arrebata y corre, podrá estar presente en los métodos internos de postulación de candidatos en el PRIAN. Con sus naturales consecuencias: en enfado del panismo tampiqueño, que podría ser soslayado de su papel hegemónico en el sur tamaulipeco.
Se entiende: si se impone a rajatabla la estrategia, del toma-todo de los CdeV, podríamos ver una de las más costosas fracturas del PAN en el estado.
Mas claro: si se margina al panismo tampiqueño -entiéndase Chucho Nader- de la potestad que este grupo tienen de lanzar candidatos -por la exigencia del escenario regional- al senado y a la alcaldía jaiba, ardería el puerto.
Conociendo como se conoce, la actitud de Cabeza de Vaca, la posibilidad de exclusión de los azules porteños como actores fundamentales del 2024 tamaulipeco, está casi cantada; en tanto, la construcción de un paisaje incluyente, civilizado y democrático, se percibe distante; muy distante.
Únicamente hay dos sopas para el PAN: Nader o el abismo.
Algún día, los gobernadores tamaulipecos, entenderán que pelearse con los factores nacionales es una insensatez si no se cuenta con la fuerza moral necesaria. (Recordemos a Yarrington)
Uno de ellos, el presidente, es a la vez, Jefe de Estado.
¿Pleito entre un oferente de chamoyadas, y el presidente de la república?
Sólo puede ocurrírsele, a ciertos actores que crecieron entre pandilleros y bandoleros.
¿Debate entre un Jefe de Estado y una comerciante, con maestría en producción y comercialización de gelatinas?
Ni decirlo: parecería violencia clasista y de género.
Suertuda la IV T tamaulipeca.