ORBE

Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Apenas hace unos días hablaba aquí de que la política y la disputa por el
poder ya son percibidas por el pueblo de México como una inmensa “falla
geológica”.
Misma que en cualquier momento desatará tempestades como las que en el
Apocalipsis cuatro ángeles, parados en las cuatro esquinas del planeta,
detienen por los poderes que el Altísimo les da.
A ese nivel, donde ya ni siquiera son demonios, o pobres diablos, los que
vienen a causar el sufrimiento de la humanidad, sino que son ángeles
enviados por Dios, es la degradación social que salta a la vista.
Esta trágica inestabilidad lo mismo se ve en la Ciudad de México, sede de
tantos poderes, como en Tamaulipas, donde la guerra por el poder intenta
desestabilizar al gobierno de Américo Villarreal Anaya.
Pues según se ve, “los de enfrente”, innombrables les llaman en diversas
ocasiones, están convertidos en aprendices de brujo que ignoran que la
paciencia de los poderes instalados constitucionalmente tienen la
capacidad, llegado el momento —hartazgo también se llama— de meter al
orden a quienes se opongan a una competencia política-electoral justa,
donde el arte es la elocuencia de ganar simpatizantes para su causa.
Cualquiera en su sano juicio, contemplando lo que sucede, puede afirmar
que pronto la sangre correrá al río, inevitablemente.
Las cantidades enormes de dinero con las que la oposición, llamada “la
mafia en el poder”, carga y distribuye para todos lados y que es capaz de
competirle al poder financiando “proyectos políticos” sin la mínima solidez y
altura que se requiere.
CON COPIA A LAS AUTORIDADES DE TODOS LOS NIVELES
¿Entonces a quiénes les creerá el pueblo? Pues efectivamente todos
hablan, y a la contienda que se adelantó a la elección del siglo muchos
vociferan que en esta guerra todo se vale. Cuidado.

Y cuidado porque la exigencia ciudadana ya ve venir lo que recién acaba de
ocurrir en Ecuador, una situación en la que un grupo de sicarios asesinó a
Fernando Villavicencio con tres balazos en la cabeza.
Este personaje era candidato presidencial y estaba listo a competir en los
comicios que el 20 de agosto se celebrarán en esa nación sudamericana.
Entonces, ¿a quiénes andan invocando la mayor parte de las fuerzas
políticas cuyos dirigentes en las entrevistas se ven haciendo llamados a
competir decentemente, mientras que en la otra realidad aparecen abriendo
fuego sus emisarios ubicados en diferentes esferas del poder?
Aquí la guerra desatada por Francisco García Cabeza de Vaca contra
Américo Villarreal Anaya, y allá la poderosa y multimillonaria oposición
contra Andrés Manuel López Obrador, y así en todo el país, delata los
riesgos y peligros que no parecen encararse, aunque algunos dice que sí se
trabaja en ello, “pero sin salirse un centímetro del Estado de derecho”, así
parezca de pronto que esa guerra (letal realmente) nadie la detendrá.
Y que el 2023, sino es que este mismo año, y al paso que marchan las
cosas y con todo y la paradoja de que todo mundo sabe del peligro, pero al
mismo tiempo todo mundo se vuelve indiferente, podrían estallar una serie
de conflictos de alto impacto social, cuya resonancia, ni quiero pensar, haría
retroceder al país a los peores niveles de la barbarie, para más claridad, de
la bestialidad.
Y esto va, con copia a las autoridades de todos los niveles.
GATTÁS: NOTICIAS DE LA SEGUNDA LÍNEA DEL ACUEDUCTO
En temas verdaderamente positivos el alcalde de Victoria, Eduardo Gattás
Báez, trascendió que la SEMARNAT hizo llegar una resolución que contiene
un estudio de impacto ambiental para que fuera autorizada la segunda línea
del acueducto de la Presa Vicente Guerrero.
Derivado de esta noticia, Gattás agradeció al gobernador Américo Villarreal
Anaya su apoyo a fin de que el proyecto avance, subrayando que “con
voluntad y trabajo seguimos construyendo una ciudad más fuerte y próspera
para las generaciones venideras”. Asimismo precisó que la segunda línea
del acueducto fue un compromiso de campaña pactado desde el primer día
de su gobierno municipal.
¡Feliz fin de semana!
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