La comunidad católica respondió al llamado que hizo secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro, puesto que se registró una buena asistencia en las iglesias, parroquias y capillas, entre otros templos, con el propósito de rezar en la misa especial del pasado domingo por las víctimas de la violencia y la desaparición forzada que hay en el país.

          También la misa especial fue en memoria de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, “El Gallo” (QEPD) y Joaquín Mora Salazar “El Morita” (QEPD), quienes fueron asesinados el 20 de junio de 2022 en la iglesia de Cerocahui, comunidad localizada en La Sierra Tarahumara de Chihuahua.

          Y hoy, en el primer aniversario luctuoso de los sacerdotes jesuitas se tocarán las campañas de los templos católicos por espacio de un minuto a partir de las 15 horas en protesta por las miles y miles de víctimas de la violencia y la desaparición forzada a causa de la política de “abrazos, no balazos” del presidente López Obrador en contra del crimen organizado.

          Ayer, cientos de creyentes católicos de las comunidades serranas de Chihuahua, realizaron la “Caravana por la Paz”, como parte de la conmemoración del primer aniversario luctuoso de los sacerdotes jesuitas.

          Los creyentes católicos utilizaron camionetas pick-up para realizar el recorrido del lugar conocido como Pitorreal, municipio de Bocoyna, con la comunidad de San Rafael, Urique, sitio en donde fueron encontrados los cuerpos de los sacerdotes jesuitas, punto conocido como “Las Cruces”.

          La protesta de la iglesia católica, aunque pacífica, resulta muy significativa porque refleja claramente el sentir de miles y miles de familias que han sufrido algún hecho violento por parte de las organizaciones criminales, así como también han sufrido la desaparición de un familiar, entre otros delitos que se dan todos los días a lo largo y ancho del país.

          Seguramente López Obrador abordará el tema de la protesta pacífica de la Iglesia Católica en la conferencia mañanera de hoy en Palacio Nacional, como ocurrió hace un año ante las protestas que surgieron por el cobarde asesinatos de los dos sacerdotes jesuitas en el poblado de Cerocahui, en la Sierra Tarahumara.

          Hace casi un año, López Obrador se lanzó contra la comunidad jesuita en México por los reclamos que hicieron por el cobarde asesinato de los sacerdotes Javier Campos Morales, “El Gallo” y Joaquín Mora Salazar “El Morita”, acusando a los religiosos de ser incongruentes por no criticar antes la violencia durante las administraciones de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

          En Tamaulipas también han desaparecido o asesinado a sacerdotes católicos, como fue el caso del padre Carlos Ornelas Puga (QEPD), quien fue secuestrado el 3 de noviembre de 2013, luego de oficiar una misa en la parroquia de Los Cinco Señores, ubicada en la cabecera municipal de Jiménez.

          Hasta la fecha no se sabe el paradero del padre Ornelas Puga a pesar de que grupos de feligreses han exigido a las autoridades esclarecer este caso, incluso el ahora Exobispo de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, organizó marchas de protesta para acelerar las investigaciones.

          En diciembre de 2013, se conoció el caso del sacerdote Guillermo Amaro César (QEPD), quien fue asesinado a golpes en las instalaciones de la Parroquia de Cristo Rey presuntamente porque descubrió a los ladrones que pretendieron robar el templo católico en Ciudad Victoria.

          Desafortunadamente, está visto que a López Obrador no le importan las víctimas de la violencia tras ser desaparecidas o asesinadas, por lo que seguramente hoy en la conferencia mañanera reiterará que no cambiará su estrategia de seguridad pública a pesar de que ha resultado un total fracaso.

          Sí antes se oficiaban misas en memoria de las personas desaparecidas, incluso en algunas se daba a conocer una lista con nombres de todas aquellas personas que eran buscadas por sus familiares, ahora se puede intuir que la Iglesia Católica actuará con mayor energía para ser escuchada y tomada en cuenta ante el embate del crimen organizado en contra de los sacerdotes.

          Por otra parte, el excanciller Marcelo Ebrard Casaubón en su primer día de campaña, perdón, de recorrido por la coordinación nacional de los Comités de Defensa de la 4° Transformación, francamente se “tiró al suelo” por decirlo lo más decente posible, debido a que propuso la creación de la Secretaría de la 4° Transformación para que nadie dude que seguirá el ideal de López Obrador.

          Y el colmo “del arrastre” fue anunciar que invitará a Andrés Manuel López Beltrán, mejor conocido como “Andy”, para que dirija la nueva dependencia en caso de pueda ganar la contienda interna de Morena y luego la elección presidencial del 2024.

          Lógicamente que la estrategia de Ebrard Casaubón es utilizar a Andy por ser el hijo consentido de López Obrador, puesto que ha influido en varias decisiones importantes de su padre como presidente de la república, como fue la designación de Antonio Martínez Dagnino como titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), uno de sus amigos más cercanos.

          En base de esta teoría, no se descarta la posibilidad de que “Andy” le diga a su papá que, en lugar de la ahora Exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo considere ahora a Ebrard Casaubón por estar a la cabeza de las encuestas que se hace a público abierto.

          No hay que olvidar que, como dice el viejo refrán: “en la guerra como en el amor”, se vale de todo, por lo que el excanciller Ebrard Casaubón ve en “Andy” a un posible aliado para lograr que la doctora Sheinbaum Pardo deje de ser la “corcholata” preferida de López Obrador y pueda tener el piso parejo que requiere para ganar la encuesta programada para el 27 de agosto, que determinará el nombre de la candidata o del candidato de Morena para la elección presidencial del 2024.

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