La R-Evolución de Rodrigo Pérez

Inicio la fiesta del fútbol, evento que reúne millones de almas donde participan los treinta y dos mejores equipos del mundo, para convivir diferentes culturas, costumbres, tradiciones, alegrías, un muy bonito espectáculo, un bello deporte y hasta mucho sentido del humor.

En el mundo, encontrarse con mexicanos es más fácil que ubicar a un elefante en un cuarto de 5×5. ¿Por qué? Pues no es para sorprendernos que hasta donde menos imaginemos habrá un mexicano haciendo de las suyas.

Y sí, el mexicano es el único en el planeta tierra que se puede reír de sus propias desgracias, inclusive, es capaz hasta de burlarse de la propia muerte.

En el mundial de Qatar, no paso mucho tiempo para que el mexicano diera nota. En varias historias de nuestros paisanos a través de las redes sociales podemos ver como ponen la muestra del verdadero sentir del valemadrismo mexa, hasta arriesgando su libertad.

“Que chingeasumadre el América” “Que chingeasumadre el América” “Que chingeasumadre el América coreaban los árabes a todo pulmón, mientras la diversión del mexicano se expandía mientras más subían de tono. Por supuesto que los árabes no sabían que estaban diciendo, pero el mexicano sin hablar el mismo lenguaje, se las ingenió para que gritaran con toda enjundia.

Allá en Qatar, la raza ya empezó a bailar el payaso del rodeo, con sombreros de mariachi, y la botella de tequila bien clavada.

Definitivamente México ya ganó en la fiesta del mundial desde antes de que el árbitro silbara el inicio del primer juego, porque los hermanos mexicanos traen toda la fiesta en Qatar.

Durante esta semana estaremos enfrentando a Polonia, Arabia Saudita y Argentina. Independiente del resultado, que deseamos con todo el corazón a nuestra selección le vaya ir bien, tenemos que ser realistas, en fútbol no somos los mejores pero en la diversión no hay quien nos gane.

El TRI ha recibido muchas críticas contra su Director Técnico el “Tata” Martino, que si Raúl Alonso no se encuentra en el nivel, que si no llevaron al “Chicharito”, que debió de haber ido Santi Giménez, o que si Carlos Vela rechazó su participación con la selección, pero eso se lo dejaremos a los expertos en la materia.

Lo que sí se puede asegurar, es que el mexicano logra ganarse el cariño del extranjero, pues a donde llega contagia su alegría, su muy buena vibra, sabe pasarla bien y transmite su energía.

Quizá no den los mejores ejemplos, y muchos regresaran hasta debiendo la camisa, pero de que generan buen ánimo para eso se pintan solos, además, lo bailado nadie se los quita.

¡VENGA MÉXICO, TE QUIERO VER CAMPEÓN! Y suceda lo que suceda, aunque nos regresen a la selección antes de los cuartos del final. Los mexicanos ya ganaron en Qatar.

Gracias por leer.