ORBE…
Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Antier en San Luis Potosí se reunieron los titulares de los poderes ejecutivos que integran la federación. ¿Y qué creen que pasó?, pues que nadie dio su brazo a torcer.
Que efectivamente hubo atisbos de negociación, nadie lo duda, aunque algo en ese ambiente apunta que uno de los dos poderes está aferrado a llevarse todas las canicas, a la brava.
Así bajo esa atmósfera enrarecida sino es que envenenada, la enorme rueda del México democrático del siglo XXI no avanzará.
Lo que urge es que Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores se reconozcan —justamente— sus poderes para que al menos avance la exigencia básica de actualizar el Pacto Fiscal.
De otra manera los fogonazos políticos acabarán por incendiar a la nación.
Pero insisto en que yo les doy la solución, aunque algunos ya deben mucho y ni las gracias ni los saludos dan.
¿Cuál es la solución? Está se encuentra en la negociación, como siempre ha ocurrido aun en medio de las invasiones de españoles, norteamericanos, ingleses y franceses.
Pero parecen nuevos.
AL TÚ POR TÚ
No puede pasarse por alto la inédita presencia de los gobernadores, pues nunca habían llegado al extremo de ponerse al tú por tú con el Presidente de la República.
Respecto a la Alianza Federalista, su mayor problema es que AMLO ve sus propuestas casi como un montón de hipótesis y posibilidades, y no como planteamientos serios y razonables.
Los aliancistas a su vez le responden al Presidente que ellos no están para recibir ningún catecismo político y que la retahíla moral de la 4T sólo debe demostrarse con la entrega de presupuestos.
De hecho esta alianza integrada por diez mandatarios entre los que se encuentran “El Bronco” Jaime Rodríguez Calderón de Nuevo León, Enrique Alfaro de Jalisco, Javier Corral de Chihuahua y el de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, propusieron un plan de 1.5 billones de pesos, cuya derrama financiera venga a reactivar la economía de los estados que gobiernan.
Estados que según el gobernador tamaulipeco son los que prácticamente sostienen a la federación.
Y la realidad es que la pandemia alteró todo el conjunto económico, social y moral de los estados más ricos del país. Mejor ni pensar en los más pobres, aunque esa lógica ha perdido vigencia por los recursos que la Federación les ha transferido desde diciembre de 2018.
Y precisamente por ahí han empezado los resquemores de los gobernadores aliancistas, los que por cierto desairaron la invitación a comer del Presidente de México.
“LOZOYA, ALIADO ELECTORAL”
Y mientras la Fiscalía General de la República continúa desarrollando sus investigaciones contra muchas figuras de la política, el gobernador de Querétaro, del PAN, Francisco Domínguez, se deslindó ante AMLO de haber participado en la red de sobornos y extorsiones para concretar la Reforma Energética.
El otro, también panista, fue Francisco García Cabeza de Vaca que ante sus homólogos y la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, tronó contra lo que llamó la “judicialización de la política”, porque, afirmó, conlleva un gran riesgo para la vida democrática del país.
Acusó además el reynosense que el Gobierno Federal “pide el trato que no da; con una mano pide trato de Estado, pero con la otra da bofetadas de partido”.
Ambos mandatarios no bajan a Emilio Lozoya de criminal, acusando que ya no sólo es un “testigo colaborador” sino un “aliado electoral” de Morena.
UNA BOMBA A PUNTO DE ESTALLAR
Ante el mucho ruido y pocas nueces de ese casi aquelarre político de San Luis Potosí, los involucrados, que son los poderes reales de la república, deben recordar que la pérdida de cohesión social se traduce en mayor violencia en las calles, pues por la pandemia y el desempleo crece cada día el número de resentidos y marginados. O sea que si el tema electoral les urge a todos capitalizarlo, el de los excluidos les puede estallar en cualquier momento, incluida la cacareada democracia. Ya están avisados.
¡Feliz fin de semana!
[email protected], @columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com