ORBE
Ma. Teresa Medina Marroquín.-
AMÉRICO VILLARREAL: SE ACABÓ LA CENSURA Y LA ZONA
SILENCIADA
Frente a ciertas voces que protestan por las presuntas supresiones a la
libertad de expresión, el gobernador Américo Villarreal Anaya, precisó que
en Tamaulipas “se acabó la censura y la zona silenciada que se mantuvo en
el pasado reciente”.
Afirmó el mandatario que hoy en la entidad (y desde el inicio de su
gobierno) se ejerce plenamente el derecho a la libertad de expresión y a la
libre manifestación de las ideas y opiniones.
No pasemos por alto que en las redes sociales se han dado en los últimos
años una serie de abusos que han llegado al extremo de ofender a no
pocos funcionarios públicos, así como a ciudadanos ajenos al aparato del
poder.
A pesar de ese ambiente plagado de difamaciones que ha enrarecido a la
opinión pública e inclusive lastimado el honor y la dignidad de quienes no la
deben ni la temen, entre ellos por supuesto a muchos funcionarios y
políticos, la libertad de expresión, fundamental en toda sociedad
democrática, no ha fallado en toda la extensión de la palabra.
Evidentemente tampoco puede negarse que existe tanta gente que merece
ser criticada y luego se hace pasar por víctima de difamación y hasta de
calumnias.
Sin embargo, estos son los desafíos y defectos que suele presentar un
derecho tan grande como significa la libertad de expresión, la que a diario
es enlodada con la difusión de información falsa o engañosa.
Misma información que propicia confusiones y además suele incitar a que
sin deberla no temerla mucha gente buena de pronto se convierta en un
conjunto de personas muy odiadas y, lo que es muy grave, expuestas a la
violencia de individuos que aprovechando esa circunstancia le dan rienda
suelta a sus instintos criminales.
VAN IMPLÍCITAS OTRAS LIBERTADES QUE REPRESENTAN A LAS
VERDADERAS DEMOCRACIAS
Fuera de esos escenarios, es un hecho que el Gobierno de Tamaulipas
encabezado por el Dr. Américo Villarreal Anaya ha respetado cabalmente
que periodistas, locutores, comunicadores, líderes sociales y ciudadanía en
general se exprese con toda la libertad que la propia Constitución de la
República consagra.
Respecto a este tema, Américo también hizo énfasis en que todo este
contexto va mucho más allá, afirmando que “En ello está implícito el
derecho a buscar, recibir y difundir información así como el acceso pleno a
otras libertades que históricamente se han conseguido, como la libertad de
creencia religiosa, de asociación, de tránsito, las cuales son elementos
constitutivos de las verdaderas democracias”.
EL EJECUTIVO ESTATAL RECORDÓ LA PERSECUCIÓN, LA AMENAZA
Y LA CENSURA
Obviamente con todo y que la libertad de expresión y otras libertades
formen parte de una democracia como la que se vive en Tamaulipas, no
debemos dejar de observar que los temas de interés público siempre
suscitarán intensos debates, pues muchos de estos juegan un papel
elemental en la dinámica social.
Intento decir que los abusos a la libertad de expresión y las ofensas
escandalosas que molestan y causan daños son tolerados también, pero
siempre que se dé, como lo afirma el Gobernador de Tamaulipas (y estoy
de acuerdo), el espacio necesario a la réplica y a la verdad, sin soslayar que
“la acción de comunicar, para que lo sea de verdad, debe ser respetuosa”.
Fuera de ese debate tampoco debemos olvidar que en los equilibrios a la
libertad de expresión, igual siempre irá presente la famosa frase aquella que
afirma: “Detesto lo que piensas, pero defenderé hasta la muerte tu derecho
a decirlo”.
Una frase que por cierto emerge del intelecto de la escritora británica Evelyn
Beatrice Hall, extraída de su obra “Los amigos de Voltaire” y escrita en
1906, y que se acostumbra atribuir por error a este filósofo francés.
Ya para concluir, Américo Villarreal recordó que hace apenas tres años, la
persecución, la amenaza y la censura eran las prácticas usuales de quienes
se resistían a tener una ciudadanía y una prensa libre, sin mordazas.
Señalando el mandatario que esos mismos individuos continúan hoy
resistiéndose al cambio democrático e insisten en mentir sobre hechos o
personas.
¡Deseándoles un día maravilloso!
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