DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.

Los números son importantes, muy significativos, para la vida humana. Marcan nuestra
vida: nos dicen, por ejemplo, nuestra edad; nos indican cuan lejos estamos, a veces, de
nuestros seres queridos; los números dan cuenta, también, de lo que ganamos y de lo que
gastamos; determinan si nuestra familia es grande o pequeña; nos dan una idea si somos
grandes o de estatura pequeña. En otras palabras, es difícil concebir la vida sin los números.
Los números son importantes, por eso, por su utilidad hay clases en la escuela para que
aprendamos su utilidad. La aritmética, las matemáticas, el algebra, la estadística,
matemáticas aplicadas, entre otros, son las materias que se imparten en la escuela y
universidad. Sin embargo, hay una realidad: los mexicanos, en general, estamos reprobados
en matemáticas, al menos así lo indican algunas pruebas que, con cierta frecuencia, se
aplican a los estudiantes.
ENSEÑO A RAZONAR.
Mi generación estudiantil conoció a Clemente Bautista, maestro de matemáticas de los
cebetis y las escuelas preparatorias. Bien que lo conocí, y un día me explico una anécdota
que le sucedió en la Escuela Preparatoria Federalizada. De esas veces que un día, el director
quiere mejorar el nivel, así que lo contrato. Inicio sus clases, un poco escéptico, porque era
la primera incursión en ese tipo de preparatorias. Todo iba bien, explicaba y hacían los
problemas, hasta que tuvo que aplicar el primer examen.
Fue una experiencia atroz. Termino el examen y se retiro a su casa. Sin embargo, ya por la
tarde, le habla el director y le explica que recibió una queja de sus alumnos. Resulta que la
queja era muy simple: que en el examen no puso ninguno de los ejemplos o problemas que
se vieron en clase. Su respuesta fue muy simple: los números, la aritmética como el algebra
o la estadística son herramientas para pensar, razonar y resolver problemas. No escucho las
recomendaciones y consejos, prefirió renunciar.
PEDRO, EL ALBAÑIL.
Pedro es un albañil, lo conocí hace tiempo. Fue uno de los que hicieron una remodelación
de mi casa. Al paso del tiempo, regreso a la casa: su hija, primer lugar en la secundaria,
había presentado examen en el cebetis y tenia miedo que no pasara el examen. El momento
fue la oportunidad para conocer algo de su vida: él no había ido a la escuela, solo hizo un
par de años de la primaria, por eso estaba muy interesado en que su hija continuara
estudiando. Y me sorprendió su confesión de lo que hizo para ser un maistro albañil.
Un maistro albañil requiere hacer algunas operaciones de aritmética, más allá de las
operaciones básicas. Así que fue al CONAFE, hablo con uno de los instructores y le pido
que le diera algunas explicaciones: así aprendió a sacar el área, dato que requiere para
algunos de sus trabajos; también a cubicar… así, como albañil, trabajando como, logro

sacar adelante a sus hijos. Hasta donde sé, ahora con profesionales, uno de ellos de la
contaduría.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL.
En uno de los memes de redes sociales hay uno muy quisquilloso. No recuerdo si es de
Mafalda. Le preguntan que, si tiene miedo del avance de la inteligencia artificial y su
respuesta, tengo más miedo del retroceso de la inteligencia natural. Y es, esa precisamente,
la cuestión: las matemáticas han sufrido una constante evolución en su enseñanza, y el
resultado es que, cada día, estamos peor en esa área: al menos es lo que indican los
resultados de los exámenes… son garbanzos de a libra, eso que hay niños mexicanos que
ganan concursos internacionales de matemáticas.
Hay una realidad palpable, evidente: en más de una ocasión me ha tocado ver cómo, niños,
adolescente y hasta jóvenes, no tienen capacidad para hacer las operaciones mas
elementales de la aritmética. Si no ve cree, ponga atención estimado lector, en los OXXO…
Al hacer un pago, el empleado usa una calculadora para restar, para saber cuanto nos tiene
que dar de cambio. Un día, hice un pago de mercado libre y quien me atendía le pregunta a
su compañero: como se escribe, por decir, mil cuatrocientos treinta pesos.
ANALFABETAS.
Desde la época de El Porfiriato, nos han dicho que el mejor ciudadano es el que no sabe
leer ni escribir, es decir, el analfabeto; pero hoy en día, todo hace indicar, hay un sendero,
un camino, a procurar que las nuevas generaciones piensen menos, que su capacidad de
razonar no sea tan efectiva… Hoy muchos somos analfabetos de las nuevas tecnologías y,
además, el avance de las mismas cada vez nos hace mas dependientes… la IA resuelve
tareas y da explicaciones, sin necesidad de pensar.