● Realiza evaluaciones oftalmológicas periódicas a pacientes diabéticos e hipertensos
● Check up efectuado por la Clidda incluye medición de presión intraocular y agudeza visual
● En 2021, instituto proporcionó más de 220 mil consultas de oftalmología a derechohabientes
● 13 de octubre, Día Mundial de la Visión
Ciudad de México, 13 de octubre de 2022.- En el Día Mundial de la Visión, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) se suma al objetivo global de reducir casos de ceguera evitable, mediante la intensificación de acciones para la detección oportuna de defectos de refracción, problemas de agudeza visual y enfermedades en pacientes diabéticos e hipertensos, que pueden derivar en daño visual grave o total, informó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicados en diciembre de 2021, refieren que en México, más de dos millones 691 mil personas tienen problemas para ver,incluso usando lentes bit.ly/3rQXBei. En este contexto, los servicios de oftalmología de clínicas y hospitales del Issste proporcionaron el año pasado más de 220 mil consultas a derechohabientes, como consta en el Anuario Estadístico 2021 del instituto bit.ly/3g4BVc9, detalló.
La atención a la salud visual es una prioridad para la institución, expresó Pedro Zenteno, y es un componente de las estrategias preventivas para fomentar el autocuidado. Por ello, la Clínica de Detección y Diagnóstico Automatizados (Clidda), especializada en estudios de chequeo médico integral para las y los servidores públicos de las diferentes dependencias que cotizan al instituto, incluyen en su paquete de pruebas diagnósticas la medición de la presión intraocular y un estudio de evaluación de la agudeza visual.
El oftalmólogo de la Clínica de Especialidades Indianilla de la Subdelegación Región Zona Norte del Issste, Octavio Montiel Cervantes, destacó que los principales motivos de atención en el servicio de oftalmología son la retinopatía diabética (primera causa de ceguera irreversible), el glaucoma, las cataratas y las degeneraciones maculares asociadas a la edad avanzada.
Las enfermedades crónico-degenerativas son el factor de riesgo más importante para la salud visual, tales como diabetes mal controlada, y en segundo lugar, la hipertensión.
El especialista comentó que el Issste implementa protocolos eficientes en pacientes con estas patologías, y a través de los módulos del programa Manejo Integral de Diabetes por Etapas (MIDE) que funcionan en unidades médicas de primer nivel de atención, son referidos a consulta de oftalmología, tengan o no síntomas de daño visual, con el propósito de aplicar pruebas de valoración de fondo para detección y control de glaucoma, degeneración macular y, cuando es necesario, realizar detección de cataratas para realización oportuna de cirugía:
“Estamos viendo una gran población en edad laboral que tiene que dictaminarse con discapacidad, por pérdida de la visión a causa de la retinopatía diabética; de ahí la relevancia de establecer mecanismos de detección temprana en población de riesgo.”
Por otra parte, agregó, están los defectos de refracción no corregidos, como miopía (dificultad para ver de lejos), presbicia (dificultad para ver de cerca) y astigmatismo (visión borrosa debido a una curvatura anormal de la córnea), que representan 53 por ciento de los padecimientos visuales, y son tratables mediante la prescripción específica de lentes por parte de profesionales optometristas.
Señaló que en las unidades médicas de primer nivel de atención, los protocolos de evaluación para emitir un certificado médico o constancia de salud a niñas, niños y adolescentes para el ingreso al sistema educativo, incluyen una evaluación de la agudeza visual, herramienta de tamizaje para detectar defectos de refracción que puedan corregirse con la prescripción de lentes graduados.
Advirtió la importancia de acudir con profesionales optometristas capacitados, ya que el uso de anteojos baratos, pero mal graduados, puede causar múltiples molestias: desde mala visión, tensión ocular, dolor de cabeza y cuello, mareos, visión doble, escozor o enrojecimiento de ojos, entre otros.
Recomendó a la población estar atenta a cualquier alteración de la visión, especialmente en pacientes diabéticos e hipertensos; y acudir por lo menos una vez al año con el especialista oftalmólogo para una detección temprana de las alteraciones, independientemente de que tengan o no buena visión.