DE PRIMERA ……. LA DAMA DE LA NOTICIA
POR ARABELA GARCIA ….
Alberto Granados alista ajustes en su gabinete para responder a los retos del municipio
JAD colapsada: años de saqueo y favoritismos dejan sin agua de calidad a los ciudadanos
Mientras en los foros turísticos se reparten premios y se aplauden logros, en las colonias de Tamaulipas lo que cae del grifo sigue siendo agua color chocolate. Y no, no es metáfora ni exageración. Es la realidad de miles de usuarios que pagan puntualmente por un servicio indignante.
En Matamoros, El síndico Julio Hernández, presidente de la comisión en la JAD, lleva rato intentando poner orden. Se puso las pilas, pero las circunstancias —y los intereses— no le han dejado arrancar. Porque la JAD ya no es la caja chica… porque simplemente ya no queda nada en la caja. La desmantelaron. La vaciaron para financiar campañas, construir residencias, negocios y hasta las famosas “casas dobles”: la grande y la chiquita.
La Junta de Aguas y Drenaje (JAD) está en estado crítico. Julio Hernández, ha querido hacer cambios operacionales en los recursos, pero los años de saqueo pesan. El agua de calidad solo llega a las residencias de siempre, donde nadie paga un peso, mientras el resto de los usuarios cumplidos seguimos pagando por un servicio que no existe.
Hoy la Junta de Aguas está en agonía, y los ciudadanos, hartos.
Se va Marco Antonio Hernández, Gerente de la JAD, y más vale que no solo sea una salida decorativa. Porque mientras siga obedeciendo a quien no debe, en lugar de cumplir con su deber técnico y ciudadano, seguiremos igual o peor. En la terna para relevarlo suena Jesús de la Garza Díaz del Guante. Y por más que a algunos les moleste, cuando él estaba, al menos se resolvía. ¿Robó? Denúncienlo. Pero lo que no se vale es seguir premiando a los ineptos solo porque son «puros».
En el ayuntamiento, el alcalde, Alberto Granados promete una “sacudida” en su gabinete. Ojalá empiece de la A a la Z. Porque mientras él cuida su sonrisa Colgate, los problemas no solo no se resuelven: se multiplican. La administración necesita menos imagen y más resultados. Y un gabinete de verdad, no un club de amigos con sueldos de 100 mil pesos mensuales que no producen ni medio programa funcional.
En lo local, los rumores de renuncias y cambios en el gabinete municipal abundan. Enrique Salinas, encargado del área de Comercio y Turismo, podría dejar el cargo. No sorprende: ¿cómo echar a andar programas sin presupuesto? Eso sí, el sueldo de más de 50 mil pesos se sigue cobrando puntualmente.
El alcalde dice que vienen sacudidas en su equipo. Que empiece ya. Porque mientras él sonríe, el caos crece. Si quiere realmente transformar, necesita un equipo de verdad, no relleno decorativo.
Tamaulipas vive un momento inédito en materia de turismo. El gobernador Américo Villarreal ha logrado lo que pocos: posicionar al estado en el mapa nacional con cifras contundentes y el respaldo visible del nuevo gobierno federal. Las visitas recientes de la presidenta Claudia Sheinbaum y la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez, no son casualidad. Hay voluntad, hay recursos y hay un discurso que vende bien.
Pero mientras se entregan trofeos y se habla de “primer lugar nacional”, los ciudadanos de a pie seguimos recibiendo agua color chocolate en nuestras casas. Y eso no es metáfora. Es literal.
.El turismo es importante, sí. Pero el agua también. No se puede hablar de desarrollo mientras la infraestructura colapsa. El gobernador presume logros.
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