La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La fama de la senadora tamaulipeca, Olga Sosa Ruiz trascendió fronteras. Contra lo que se cree, no es por su actividad parlamentaria; ni por sus iniciativas de ley; ni por su actitud reformadora de las leyes en beneficio de las mayorías; ni por su destacada labor social en la entidad que la eligió.
Su celebridad es justamentente por su trayectoria y su vínculo con los magnates del guachicol tamaulipecos.
Por su actividad, que se sabe, era la de repartir millones de pesos para las campañas locales de candidatos locales.
Y como el que parte y reparte…
…Sosa Ruiz se quedaba con la mayor parte.
La buena justificación -según ella- fue involucrar a su madre, Olga Ruiz en sus devaneos financieros. A su juicio, la herencia de su abuelo elimina la suspicacia pública del origen de decenas de millones que terminaron siendo inyectados en campañas electorales como la del alcalde de Madero, Erasmo González Robledo; el presidente municipal de Altamira, Armando Martínez Manríquez y hasta, se rumora, de Makito. (Justo es señalarlo: doña Maky ha negado hasta la saciedad el hecho, ya que ellos recibieron otra jugosa herencia de sus padres).
Tanto ruido metió en la opinión pública nacional la conducta de la senadora morenista, que los medios empezaron a cuestionar al SAT por los bienes de las Olgas porteñas.
Ha salido una información sorprendente: la madre de Olga, está bajo sospecha debido a que en los últimos años no ha registrado ni explicado su fortuna. Es decir la progenitora de la senadora tampiqueña, no ha realizado movimientos financieros que justifiquen esa herencia.
Es decir: algo tienen de falsedad las afirmaciones de Sosa Ruiz.
O al menos: son imprecisas sus aseveraciones.
Por lo que al no tener la certeza del origen de los 30 millones de pesos -más los 11 millones del lujoso departamento del edificio Velamar, se dice pagado al contado y en efectivo- seguirán vigentes las respuestas de la senadora, a los cuestionamientos de la opinión pública de dónde saco tanto dinero sin que se le haya conocido actividad productiva próspera.
Según Mario Maldonado, en su columna Historia de NegoCEOs, publicada en el diario nacional El Universal, la madre de la senadora, será citada a las oficinas del SAT «para que acredite con documentos el origen de los 30.5 millones de pesos ya que no fueron reportados como ingresos en sus declaraciones fiscales.»
O sea: los desfachatados actos de Sosa Ruiz, llevará ante los tribunales a su propia madre.
¿Había necesidad de eso?
Supongo que la señora -inmiscuida por la ligereza de su hija- ya no está para esos bretes.
Cachaza grande la de la señorita Olga.
Como grandiosa la ambición de la senadora.
Chupamos faros los buscadores de la verdad.
¿Si chi#ngó a su madre, los tamaulipecos qué podemos esperar?