*No dan Una esos adversarios, que no enemigos, dijera el Peje
Por René Martínez Bravo
Este lunes 30 de Septiembre no es cualquier último día del mes, es cuando terminan si gestión gobiernos municipales, Legislaturas en algunos Congresos, y por supuesto, por primera vez, en esta fecha, y de acuerdo al nuevo calendario, también terminan seis años del gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, odiado por algunos, pero amado por muchos más.
Tartufo, Chairo, Pata Rajada, Macuspano, Falso, Hipócrita, Dictador, Mentiroso, adjetivos como éstos, escuchamos durante seis años y un poco más, insultos con destinatario de todos conocido.
Y desde la trinchera del ofendido, también había otros en respuesta a sus odiadores, desde las famosas «mañaneras», que si no las hubiera puesto en marcha, indefenso y desbijado se hubiera quedado el presidente ante sus detractores, que no fueron pocos ni sin subsidio, y vaya que hubo, millones de dólares y pesos corrieron como ríos para aceitar la maquinaria informativa, esa, la llamada «chayotera», bautizada así por el propio Andrés Manuel.
Los adjetivos lanzados en contra sus adversarios, fueron
«conservadores”, “neoliberales”,» fachos» “corruptos” o “corruptazos”, “hipócritas”, “racistas”, “clasistas”, “aspiracionistas”, “déspotas”, “rateros”, “deshonestos”, “simulados”, “ladinos”, “sabiondos”, “crimen” o “delincuencia organizada” de cuello blanco… Entre otros.
Hoy, termina su gestión, misma que cuenta con un 80 por ciento de aprobación hasta el día 25 de Septiembre, encuesta realizada para El País, sin duda un fenómeno político, jamás, en la historia contemporánea de México, un presidente había llegado con tal porcentaje de aprobación al final de su gobierno.
Hoy, el presidente Andrés Manuel López Obrador, abandonó el Palacio que fue su hogar durante su sexenio, a partir de mañana, la Presidenta con «A», podrá habitarlo, esa fue su decisión.
Para muchos, la gran mayoría, éste ha sido, por mucho, el mejor presidente de México, así lo ha consignado Claudia Sheinbaum y los millones de simpatizantes del famoso Peje, mientras que para otros, es todo lo contrario, la realidad, es que los que no lo quieren forman parte de un 20 por ciento apenas. Las últimas elecciones fueron demoledoras para la oposición, tanto que hasta mayoría calificada alcanzaron los de la coalición «Seguimos Haciendo Historia» Morena- Verde – PT.
Así es que, con esos resultados, el presidente más querido en la historia reciente, se va satisfecho, claro que por todo lo logrado, que no es cualquier cosa fabricar Un Tren Maya, otro Tren Iteroceanico, una gran refinería, La Dos Bocas y la compra de otra en Texas, la Deer Park, dos Aeropuertos, el Felipe Ángeles y el de Tulum, caminos de la puentes, carreteras, mucha infraestructura urbana, en los pueblos originarios no se diga, un sin fin de beneficios fueron derramados.
Y si me apuran, les comento sobre los programas sociales, que han marcado a su sexenio, la Pensión para el Adulto Mayor 65 y más, las Becas Benito Juárez, el programa Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, becas para personas de capacidades diferentes y muchas más. Pero son duda, lo más grandioso que ha logrado es su mejor propuesta, «El Despertar de las Conciencias», regresó la dignidad a los mexicanos, pero especialmenre, a los pueblos originarios, les dio voz y presencia.
Y con otra, a la oposición los enseñó a manifestarse libremente, a expresarse, aunque sea con insultos al presidente y a su gobierno, lo logró con creces…. La oposición hablan de división entre los mexicanos, la verdad, es que no se le puede llamar division a una gran mayoría, contrastada con la minoría qué ellos representan la y que además es producto de la democracia, hay de todo, como en botica, y a veces se pierde, y a veces se gana, o lo que es lo mismo, ningún triunfo es para siempre, y ninguna derrota tampoco.
Y José Saramago acuñó la siguiente, “La derrota tiene algo positivo, nunca es definitiva. En cambio la victoria tiene algo negativo, jamás es definitiva”.
El Macuspano ya se fue a «La Chingada», a su finca, a descansar, a leer, a escribir, sentó las bases de un nuevo régimen, que la Primer Presidenta de México dará continuidad, será el Segundo Piso de la Cuarta Transformación. ¡Si se pudo!
Hasta la próxima