DESDE ESTA ESQUINA,
MELITON GUEVARA CASTILLO.


Es fácil decirlo: primero los pobres y AMLO lo cumplió; pero, además, el mismo
presidente lo dijo: los pobres son fieles, leales. Y el 2 de junio el pueblo, los electores,
tomaron una decisión, darle a MORENA más y más poder; ahora sí, Andrés Manuel no
puede ocultar su emoción, puesto que por fin tiene el poder completo, digamos, para hacer
los cambios que quiera en la Constitución del país. Darle, pues, al país ahora si el rumbo
que él, desde la oposición, soñó para México.
Ahora el poder de gobernar, sin contrapesos, ya lo tienen los políticos, los gobernantes.
Ahora ellos, como conductores, como formuladores de las políticas públicas, tendrán que
tomar la decisión de darle un rumbo, un ritmo, a dicho proceso: la disyuntiva es clara, lo
estamos viendo con el famoso plan C: para AMLO primero es la justicia, luego el mercado;
en tanto que Claudia, como presidenta electa, había sentenciado la realización de un foro
abierto para definir, precisamente, ese rumbo y ese ritmo.
EXPECTATIVAS ELECTORALES.
En mas de una ocasión Claudia, como candidata, hizo notar que “este arroz ya se coció”,
como si su elección fuera ya tan solo un trámite. Efectivamente, una y otra encuesta, le
concedía una amplia ventaja que, para los expertos, ya era difícil de rebasar. Y es que,
también se recordó, lo que sucedió en el Estado de México: que la encuestas daba a Delfina
Gómez una ventaja superior al 20% y al final quedo en 10. Se llego a pensar que, obvio,
podía suceder algo parecido e, incluso, mas de uno pondero lo que podría provocar una
guerra sucia.
Los resultados preliminares, como las encuestas de salida, confirmaron la primera versión:
el triunfo era para Claudia Sheinbaum; aunque otros dicen que, de AMLO, porque dijo que
la elección sería un referéndum sobre su gobierno. Por eso, Xóchitl Gálvez salió y
reconoció su derrota. Sin embargo, el conteo de los votos, trajo una sorpresa: se fortaleció
la votación a favor de Claudia. Ahora, la cuestión en el aire, es si AMLO la va a dejar
gobernar, porque pocos le creen eso de que se va a escribir libros, como eso de que hará lo
menos por no estorbar.
CHEQUE EN BLANCO.
Al emitir un voto el ciudadano concede a quien elige el poder para que lo gobierne. La
electa es Claudia; pero, de manera insistente, se hace notar sobre la ventana de septiembre,
el mes que AMLO aun ejercerá el poder y tendrá un Congreso rendido a sus pies, que no
quita ni una coma a sus iniciativas. La cuestión es simple: en la transición del poder,
quiérase o no, quien ha sido electa, bien que lo sabe: contexto y condiciones en que habrá
de recibir el poder.
En esencia Claudia ha dicho, una y otra vez, que va a continuar con el segundo piso de la
4T; de eso, ni AMLO tiene duda, la cuestión es la forma y el fondo. En términos políticos,

gradualmente se fueron derribando las barreras, políticas, legales y administrativas, para
afianzar el estilo personal de gobernar de AMLO: como en el viejo PRI, con un partido
controlando el ejercicio del poder, donde impere una sola voluntad, la presidencial, sin
contrapesos, sin limites u obstáculos. Solo falta una: la barrera del mercado.
EL ERROR DE DICIEMBRE.
El triunfo de MORENA es indiscutible: el pueblo decidido y les dio mas poder. La decisión
del pueblo no les gusto al “mercado”, por eso al darse a conocer el resultado final, hubo
turbulencias en la Bolsa de Valores y en el peso. Por eso, para calmarlos se anunciaron
medidas. Pero el líder de los diputados morenistas, no se aguanto las ganas de agradar a
AMLO y declaro que van las reformas; Claudia anuncio un “parlamento abierto” y AMLO
le reviro: la justicia es primero que el mercado. El temor, de unos y otros, la devaluación y
una crisis económica.
Les cuento hechos reales. A Carlos Salinas se le elogio mucho, pero en diciembre, cuando
ya Ernesto Zedillo era presidente vino una devaluación: explicaron que la economía
salinista estaba sostenida por alfileres. Mi experiencia fue traumatizante: había comprado
mi primer carro de agencia, vía la universidad, un Tsuru: la letra mensual era de 800 pesos,
se vino la devaluación y creció hasta 5500 pesos. Hubo necesidad de ajustar muchos gastos
familiares, a otros les fue peor: perdieron sus casas, que no pudieron pagar al banco, porque
además Zedillo ajusto la economía nacional, elimino subsidios.
En fin, en la reunión de ayer, de AMLO y Claudia debió salir un rumbo para gobernar. Los
hechos nos darán evidencias sobre quien va a gobernar a partir del 1 de octubre.