CUADRANTE POLITICO——–POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO——-
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Como buen sinodal, el pueblo le ha otorgado una calificación sobresaliente al doctor AVA. Sin duda, fueron evaluados en las urnas dos años de gobierno estatal. ¿El resultado? El gobernador Américo Villarreal Anaya, acaba de poner a Tamaulipas en el mapa nacional del poderío total.
Más del 82 por ciento del voto ciudadano a favor de su partido, así lo atestigua. ¿Las cifras del poder? Una elección presidencial ganada en proporción de dos a uno. 24 municipios, entre ellos los diez más importantes. 21 Diputaciones de mayoría. Siete diputaciones federales, y dos senadurías.
En lo relativo al tema electoral y político nuestro estado acaba de vivir un antes y un después. El análisis es muy interesante, dado que las diferentes fuerzas partidistas fueron sometidas al diferendo de las urnas. Y a juzgar por las marcadas tendencias del voto urbano, Tamaulipas le ha cerrado la puerta al PRI y al PAN.
Y le ha extendido un cheque en blanco a MORENA.
De acuerdo a las evaluaciones realizadas por esta columna, el pasado dos de junio, más del 82 por ciento del voto ciudadano, en las principales diez ciudades de Tamaulipas, fue para el Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA y sus aliados.
En su totalidad de las listas nominales computadas relacionadas con estas mismas diez ciudades, hoy MORENA gobierna una población de más de 2 millones 400 mil habitantes. Una suma que ya tomando en cuenta el resto de los 24 municipios integrados al territorio guinda alcanza casi los dos millones 600 mil ciudadanas y ciudadanos.
La lista nominal de nuestro estado en este 2024 fue de casi dos millones 849 mil electores.
¿Cuál fue el nivel de votación en nuestro estado en relación a la elección presidencial? De acuerdo a cifras difundidas por Milenio, la contienda por el máximo puesto político del país, congregó aquí a un millón 445 mil 760 sufragantes.
La ganadora Claudia Sheinbaum habría obtenido más de 905 mil 685 votos, casi el 62 por ciento. La candidata del PRIAN Xochitl Gálvez llegó apenas a los 387 878 votos. O sea que la proporción del triunfo morenista en Tamaulipas fue de más de dos votos contra uno.
Se registró una participación ciudadana de más del 56 por ciento.
¿Cuál es el escenario político que se respira después del pasado 2 de junio en nuestro estado?
El PAN y su grupo hegemónico, conocido como el cabecismo texano ha sido desplazado de forma apabullante como factor de decisión. Lo anterior seguramente que se traducirá en la destitución de los titulares de la Fiscalía de Justicia y del Poder Judicial, entre otros enclaves del pasado transexenal.
A corto o mediano plazo, se perfilan también en el PAN luchas intestinas por el control del partido. Sin duda surgirán grupos panistas que reclamen a los texanos, sus errores y excesos, en la conducción de esa organización política.
En el tema de la rendición de cuentas de carácter presupuestal, la administración de AVA queda en una posición de empoderamiento, desde la cual contará con los instrumentos jurídicos y políticos como para fincar las respectivas responsabilidades, a quienes saquearon el erario.
La verdadera etapa de la 4T en Tamaulipas está por iniciar. Al menos en lo que a renovación de instituciones punitivas se refiere, ya no existe ningún contrapeso que pueda operar para proteger seis años de corrupción.
La lista de las instituciones donde el gobierno estatal puede y debe exigir la devolución de las millonadas azules que desaparecieron sin sustentarlas contablemente, es rica y variada:
Salud, la UAT, seguridad, DIF, por donde le aprieten va a saltar la podredumbre.
¿Se dará este proceso de llamar a cuentas a quienes le fallaron al pueblo de Tamaulipas? Hay muchos millones que se fueron, sin explicación normativa alguna.
Cuando menos en los dos pasados sexenios, existen evidencias de saqueo prianista. Ahí están los ranchos, las ostentosas residencias, las cuentas bancarias.
La Contraloría de las urnas ha dado su veredicto. El actual gobierno morenista en Tamaulipas, tiene licencia para investigar y exigir que regresen lo que se robaron, durante seis o doce años de corrupción, contratismo y opacidad.
La reciente elección acaba de poner al PRIAN sobre el banquillo de los acusados.
¿La historia los acaba de enjuiciar? ¿Harán lo propio desde la 4T?
Esto y más lo sabremos, a lo largo de este parteaguas del poder.
