La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Tamaulipas, vivió varias elecciones desplegadas en escenarios atípicos. Nuevo Laredo, Matamoros, Victoria, Mante y ciudad Madero. La más turbulenta, resultó la lucha por la diputación federal –distrito VIII– con sede en Tampico, que agrupó al electorado maderense.
Ya se sabe: al inicio MORENA sacó a su gallo, Adrián Oseguera Kernión; el PAN, postuló a su hombre fuerte, Chucho Nader. Con un potente respaldo ciudadano, el alcalde tampiqueño, inició con los mejores augurios su campaña, toda vez que el puerto representa más del 55 por ciento del padrón electoral y la población vive uno de sus mejores momentos con la autoridad municipal por el espectacular trabajo del Ayuntamiento capitaneado por Nader.
Por circunstancias diversas, OK, fue sacado de la jugada.
(Se especula que el PT, vendió el distrito para achicar el liderazgo de Oseguera, al poner como candidata a una dama sin la menor presencia ni en Madero ni en Tampico; era un flan para el panismo. Se delineó una atmósfera socio-política, amigable para los azules que confiaban arrasar ante la ausencia del alcalde de la urbe petrolera).
La argucia de la equidad de género, desplazó de la candidatura a OK, por más de un mes; la candidata de reemplazo no movió ni una pestaña. Eso sí: atesoró los gastos de campaña que pusieron en sus manos.
La autoridad electoral, finalmente consideró que se habían vulnerado los derechos políticos del alcalde maderense al arrebatarle la candidatura. El Tribunal Electoral Federal, sentenció el regreso de Adrián a la candidatura; ¡faltando menos de dos semanas para la elección!
En este lapso, las campañas de los candidatos morenistas a las alcaldías de Madero y Tampico, se compactaron. De todos modos, el candidato desplazado, anduvo caminando al lado de los candidatos de la IV T en el puerto y en Madero.
De la candidata del PT, ni sus luces.
Con la candidatura de regreso, Adrián realizó un cierre meteórico.
Reorganizó a sus comités en el distrito y reagrupó a sus seguidores.
Los resultados fueron sorprendentes: obtuvo más de 123 mil votos; sólo dos mil menos que el ganador, Nader.
Los efectos de ese empuje de OK, y su
potente participación, remolcó a los candidatos morenistas a la alcaldía y a la diputación. Con un inicio de campaña incierto y cuesta arriba, Erasmo González Robledo, ganó inobjetablemente el Ayuntamiento; lo mismo pasó con su compañero de fórmula a la diputación local.
De la misma forma, el candidato a diputado federal de la IV T, realizó grandes esfuerzos para trabajar en unidad con Erasmo y otros candidatos que se resistían a reconocer el liderazgo del alcalde.
Adrián es uno de los políticos tamaulipecos con mayor capacidad de resiliencia. Hace cinco años, se le negó hasta el último momento la carta de residencia para evitar que asumiera a la candidatura a la alcaldía y luego la autoridad electoral, le impidió hacer campaña por más de dos semanas.
Y ganó indiscutiblemente la alcaldía en ese 2018.
Ahora, casi logra uno de los regresos más sonados en el escenario político-electoral tamaulipeco; se quedó a dos mil votos de ganar en las urnas la diputación.
Con apenas un 0.80 por ciento de diferencia, en el conteo final, se estacionó en el límite, luego de cuarenta días imposibilitado para hacer campaña.
Nada mal, para OK, que superó un escenario de intrigas, una embestida desde el INE, y algunas incomprensiones de sus presuntos aliados.
Adrián y su liderazgo, emergieron más fuertes que nunca del abigarrado paisaje socio-político porteño; listos para tareas de mayor envergadura.