CUADRANTE   POLITICO———–POR  FERNANDO  ACUÑA  PIÑEIRO——-

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 Da gusto saber que la frase que define a la salud como derecho constitucional, no es una gramática hueca y vacía de contenido. Este jueves, como público de la Mañanera , atestiguamos la generosa asignación de recursos de salud  a todo el país.

Aquí en Tamaulipas serán 209 millones, administrados no por una chiapaneca insensible al servicio de la corrupción innombrable sino por las mismas familias comunitarias. Entiéndanlo, de una vez por todas. Esa es la gran diferencia.

Por eso el pueblo votó masivamente por quienes representan la opción de vivir mejor, y de aumentar su calidad de vida. Vocación de servir a los demás, humanismo gubernamental, esos son los tiempos que se viven ahora, en simbiosis con una sociedad participativa y colaborativa.

  ¿Quién los quiere a nivel nacional? Pues cabecita de algodón. ¿Quien los ha arropado  aquí en nuestro estado desde el 2022 en que dio inicio su sexenio? Pues un médico humanista forjado desde los espacios más modestos de la medicina pública: el cardiólogo  Américo Villarreal Anaya.

  Con un lenguaje pausado y claro, como es su estilo, el gobernador AVA le informó al Presidente que  aquí en nuestro estado, la estrategia federal del IMSS-Bienestar ya va muy avanzada. Son 400 centros de salud, los incorporados al Programa “La Clínica es Nuestra”.  

  De esta manera, se está aterrizando en el territorio tamaulipeco, la atención médica gratuita, de la cual muchos dudaban. Un profundo avance social  sin duda. Todo ello ahora es posible gracias a la reforma constitucional  operada por MORENA  y sus aliados en mayo del 2020.  

En el lenguaje de la cuarta transformación, de los dichos a los hechos hay poco trecho. Así lo estamos corroborando cuando el gobierno de AMLO y el  de AVA en Tamaulipas, están poniendo en manos de las familias trabajadoras, el manejo de sus propios centros de salud.

 A partir de ahora, 400 pequeñas unidades hospitalarias, con sus respectivos comités ciudadanos, estarán encargados de administrar y vigilar su correcto funcionamiento.

 El solo  nombre del programa, es muy ilustrativo en la definición  de sus objetivos:  “La Clínica es Nuestra”.  Indudablemente que la democracia social, en renglones tan sensibles como la salud  de las comunidades y núcleos urbanos marginales, ha llegado para quedarse.  

  Una anotación pertinente:

  Hacia el final del sexenio obradorista, las políticas públicas nunca han perdido su sello de honestidad y de transparencia.

No es igual, aquel estilo prianista de entregar  recursos a las camarillas burocráticas de arriba, y darles carta abierta para que hicieran sus enjuagues con los recursos destinados a la salud del pueblo, que una ceremonia pública, donde todos nos enteramos sobre los montos que se manejan.

 Pero sobre todo cuando los mismos beneficiarios se encargarán de vigilar y garantizar la buena marcha de sus micro hospitales.  

 Como les mencionábamos  en el inicio de este texto, la salud como derecho constitucional, está viviendo un proceso transformador, donde las cosas ya no se hacen en lo oscurito, sino a plena luz del día y en un escaparate mediático nacional, como La Mañanera.

 Fue así como nos enteramos que la señora marcela Elizabeth  Sánchez Monsivais y la tesorera Josefina Silva Manzano, fueron las que recibieron los recursos como representantes de los comités de salud.

   No hay duda: un vigoroso fenómeno social  está irrumpiendo en nuestro país, y particularmente en Tamaulipas. La democracia representativa estás cada vez más presente en todos los ámbitos de nuestro quehacer colectivo.

   Después de ser por tantos años ignorado, la voz del pueblo llegó para quedarse.

 O sea,  ya no más una sociedad trabajadora, utilizada como carne de cañón en elecciones fraudulentas.

  Hoy, el pueblo  deja de ser parte de la demagogia prianista, para convertirse en protagonista  transformador de primer orden.

Y así seguirá ocurriendo en otros importantes órdenes de la vida nacional.

  Ya viene  el segundo piso de la 4T.