PALACIO
Por Mario Díaz
-Trágicos hechos en Guerrero recuerdan a Lomas Taurinas en Baja California
-Hace 30 años asesinaron a Colosio de dos disparos en mitin
-Candidato a alcaldía sufrió mortal atentado en cierre de proselitismo
H. Matamoros, Tamaulipas.-Por ciertas circunstancias similares en ambos trágicos
acontecimientos, el asesinato del candidato de la coalición PAN-PRI-PRD a la alcaldía de
Coyuca de Benítez, Guerrero, ALFREDO CABRERA BARRIENTOS, trajo a la memoria el
magnicidio del entonces abanderado del PRI a la presidencia de la república, LUIS
DONALDO COLOSIO, en hechos sucedidos en Lomas Taurinas en el estado de Baja
California.
En efecto, 30 años después-2024-un sicario disparó con un arma de fuego semiautomática
calibre 9 milímetros a la cabeza de CABRERA BARRIENTOS en vísperas del cierre de
actividad proselitista y el homicida fue abatido por los elementos de seguridad de la
Guardia Nacional que tenía asignados.
Treinta años antes-1994-COLOSIO recibió dos impactos de bala que un asesino solitario le
disparó a quemarropa con un revólver calibre .38 especial de fabricación brasileña
ocasionándole lesiones que le costaron la vida. El responsable fue detenido en el lugar de
los hechos y consignado a la autoridad competente.
MARIO ABURTO MARTÍNEZ, homicida de LUIS DONALDO COLOSIO, purga una condena en
un centro carcelario tras ser sentenciado a 45 años de prisión. RAYMUNDO “N”,
responsable de la muerte de ALFREDO CABRERA, fue abatido a tiros y detenidos sus
cómplices ABEL “L” y JANAI “H”.
Ambos lamentables hechos, obviamente, han manchado los respectivos procesos
electorales, además de colocar en entredicho la democracia mexicana ante los ojos de
propios y extraños.
Desde una perspectiva objetiva y sin ánimo de comparaciones odiosas, no se trata de
maximizar un mortal atentado a un candidato presidencial y minimizar los hechos que
costaron la vida a un aspirante a una alcaldía guerrerense.
Son dos vidas arrebatadas por motivos políticos en plenos sendos escenarios proselitistas
en busca del voto popular. Conjeturas, especulaciones, rumores o díceres-como suele
suceder-surgen al calor de la contienda, las circunstancias y los hechos.
Actualmente, el proceso electoral concurrente 2023-2024 pasará a la historia política del
país como el más violento a juzgar por las centenas de casos de agresiones-mortales y no
mortales-en contra de distintos aspirantes a cargos de elección popular.
Datos estadísticos indican que entre el 7 de septiembre de 2023 al 28 de mayo de 2024
del actual proceso eleccionario se registraron 749 casos de violencia política a nivel
nacional, lo que, comparativamente, es un indicativo de duplicidad tomando en cuenta
que durante el escenario político-electoral de 2018 se contabilizaron 382 casos de
violencia.
Un desglose precisa que 316 de las víctimas fueron aspirantes o candidatos, 131 políticos
o expolíticos, 133 daños colaterales, 39 familiares y 130 funcionarios o exfuncionarios,
cifras que globalizan el total de 749 casos de violencia política en la actual elección
concurrente.
Los números rojos de la estadística documentan 231 asesinatos, 233 casos de amenazas,
150 atentados con armas de fuego, 18 secuestros, 21 desapariciones y 87 eventos
diversos. La mortal relación revela que 34 aspirantes, precandidatos o candidatos han
perdido la vida en la elección 2023-2024, mientras que en la competencia 2017-2018
fueron asesinados 24 personas que aspiraban a una representación popular.
Los estados de Chiapas, Guerrero y Michoacán han registrado el mayor número de
víctimas mortales en la actual elección concurrente con 40, 33 y 33 casos,
respectivamente.
No es faltar a la objetividad afirmar que, desafortunadamente, el crimen organizado ha
incidido de manera directa en la democracia mexicana y en la participación política de sus
ciudadanos.
En consecuencia, uno de los riesgos principales es que muchos de los candidatos
escogidos “a modo” por distintas facciones de la delincuencia organizada contribuyan a la
expansión del control territorial y poco a poco vayan tomando más posiciones en la
estructura política, económica y social del país.
La situación tiende a agravarse con políticas tibias del Estado mexicano, como el programa
“abrazos, no balazos” del gobierno de la Cuarta Transformación que no ha arrojado los
resultados que la sociedad mexicana esperaba en materia de seguridad pública.
La 4T no ha logrado establecer una estrategia segura y confiable que permita enfrentar
ese cáncer social mediante el uso de otros mecanismos de acción orientadas-
principalmente-al desmantelamiento de sus fuentes de financiamiento.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Claro, por supuesto, el análisis de la elección de ayer domingo en el próximo PALACIO.
Por lo pronto, CLAUDIA SHEINBAUM se perfila como la primera mujer presidente de
México: Morena aventaja en 7 de las 9 gubernaturas en competencia; la coalición
Morena-PT-PVEM asegura la mayoría calificada en la Cámara de Diputados; y es muy
probable que logren ese objetivo en el Senado.
Y hasta la próxima.
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