Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Después de la crisis migratoria por territorio mexicano, que tuvo su mayor pico a fines del año 2023, entre enero a abril los transmigrantes extranjeros que usan nuestro país para llegar a los EEUU, tuvieron un ajuste a la baja de un 40 por ciento.
Dicho lo anterior, en el primer cuatrimestre del 2024 el flujo migratorio se redujo, luego de la crisis del 18 de diciembre de 2023, cuando se alcanzó un máximo de 12 mil 498 migrantes en la frontera norte con Estados Unidos. El último registro del 9 de mayo se registraron solamente 5 mil 506 personas en la región fronteriza norte, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Parte del amortiguamento de los flujos, se debe a que ya está dando resultados satisfactorios el trámite virtual CBP One, lo que ha permitido desde enero un cruce legal de cerca de mil 500 migrantes promedio diario.
Ese mecanismo legal del gobierno de EEUU, está permitiendo tramitar visas de trabajo o permisos humanitarios desde los países de origen, o desde puntos internedios a través de la plataforma CBP One.
Adicionalmente, trasciende que ha habido un endurecimiento en las «medidas de contención» de las autoridades migratorias del gobierno mexicano contra las personas que transitan por el país, ante la presión que ha expresado el gobierno norteamericano. Sobre todo, se ha exacerbado la presión fronteriza y las revisiones de transportes de carga por los puentes fronterizos de parte del gobierno de Greg Abbott, republicano del estado de Texas, por lo que hay opiniones que la reciente caída del 40% de los flujos pueden ser solo temporales, ya que existen registros que muestran que continúan llegando migrantes por la selva del Darién y por la frontera de Guatemala con Chiapas.
Por su parte, las autoridades migratorias norteamericanas, también han reportado una disminución en la cantidad de personas que detienen en la frontera sur, en comparación con las cifras récord que se vieron en los últimos meses del 2023.
El gobierno de Joe Biden ha atribuido esta reducción, vista como un logro en su política por detener la migración por tierra y en medio de un año electoral, a la colaboración como los mecanismos de contención del presidente Andrés Manuel López Obrador, que de facto ha aprobado una forma de ser un «tercer país seguro».
Por lo anterior, los migrantes como organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado prácticas de abuso por parte de las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), incluyendo las autoridades policíacas y la guardia nacional.
Para las organizaciones internacionales de derechos humanos, México sigue siendo una especie de «muro virtual» para llegar a Estados Unido, ya que al cierre del año 2023, han cruzado la selva mortal del Darién, entre Colombia y Panamá, más de 500 mil personas, el doble que en 2022, según Human Rights Watch (HRW). Ducha organización comenta que, México está realizando «deportaciones» interiores desde la frontera norte hacia la sur, lo que constituye una táctica que desgasta a los migrantes que muchas veces han gastado todos sus ahorros para llegar al borde con EEUU.