ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.

Si fuera él presumido, yo, en mi caso, la verdad no me quedaba
callado, porque hay pasajes de su vida y de la mía que fueron muy
semejantes y que por unos mementos te hacen estremecer, sonreír y te
inyectan de algo que sabe diferente a lo que ya se ha probado.
No lo digo yo, eso lo vivió él, y en los testimonios que circulan al por
mayor en los medios acreditados y en las redes sociales que invitan a
conocer bien a EUGENIO, les falto un dato para medir bien su tamaño
como gobernador que fue, de Tamaulipas.
Recuerdo que en ese entonces el convocó a una rueda de prensa en sus
oficinas de palacio de gobierno para desglosar su participación en una
reunión entre gobernadores de México y Estados Unidos al parecer en
Austin, Texas, allá por el 2008, y una de las preguntas en el evento fue;
¿Estuviste cerca de Arnold Schwarzenegger , gobernador de
California?. ¿Cómo es él física y moralmente?.
Soltó una carcajada y contesto: “Es alto, fornido, impone y de muy
buena vibra”.
Así describió Eugenio Javier Hernández Flores al político, actor
austriaco de primera, de cine ficción y famoso por su imponente
musculatura y por sus motocicletas color negro en las películas de
Terminator, sobre todo en la que hizo el papel de defensor bondadoso
de los seres humanos.
Y es que Geño no puede olvidar esos rápidos y peligrosos vehículos y
menos aun su casco protector y la vestimenta totalmente negra, que
hacen lucir a todos más impresionantes.
No creo que el ahora candidato a senador por el Partido Verde, nativo
de Ciudad Victoria, Tamaulipas, se haya olvidado de ese personaje que
abrazo, converso y siguió en contacto vía telefónica para tratar asuntos
de alto nivel que tienen que ver con las relaciones entre México y
Estados Unidos.
Ambos eran gobernadores y en esa reunión en la que convivieron se
llegaron a acuerdos para combatir la inseguridad, el mejoramiento de
los puentes internacionales, el comercio y otros importantes puntos que
tienen que ver con las dos naciones vecinas.
He insisto, Geño como que paso por alto este contacto que tuvo en el
pasado con Arnold y se hubiera visto bien que lo incluya en su
currículo, porque él formo parte de la lista de gobernadores mexicanos
y lo hizo vivir esta inusual experiencia.

De allá a estas fechas, las cosas han cambiado, pero existe la seguridad
de que si llega a la senaduría Geño tendrá que hacer aportaciones en
materia de migración, un asunto muy sonado que vive México y
Tamaulipas.
Y ya, fantoche como soy, cuento también que me toco trabajar con un
personaje estadounidense del mismo tamaño que Arnold y me refiero
al actor de color Louis Gosset Jr, quien personificó a “Sadat”,
presidente de Egipto que fue asesinado cruelmente.
Esa película estadounidense fue filmada en el Distrito Federal en los
años ochenta y me contrataron para que hiciera el papel de árabe con
todo y turbante y por lo cual en tres días me pagaron 600 dólares, que
mucho sirvieron para subsidiar mi boda con mi aun esposa, Blanca.
Las ojeras fueron la clave para mi contratación y mi acercamiento con
el actor Louis –que acaba de fallecer- fue una de las mejores
experiencias que he vivido, porque uno nunca se imagina lo que se va a
cruzar en el camino.
Así, pues, Geño, eso no se puede olvidar, pero también es necesario
subrayar que los testimonios de tu madre, de tus hermanas y todos los
que te quieren y que ya congestionan las redes sociales, son ricos, son
importantes, porque tu vida es tu vida.
Vas bien en el camino mi ex gober y todo va a tener un premio, porque
Tamaulipas quiere y merece a un representante en la cámara como tu.
Tú y yo coincidimos en el nombre y estas dos experiencias que vivimos
nos hace que más, nos identifiquemos.
Igual que muchos tamaulipecos, contigo estoy.
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