CONFIDENCIAL

Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.

La crisis por el desbasto de agua en la capital del estado comienza a entrar en su etapa más severa del año.

Las altas temperaturas imperantes, la ausencia de lluvias y el cada vez más acelerado agotamiento de las fuentes de abastecimiento, sobre todo la presa “Vicente Guerrero”, hacen que el suministro en las tomas domiciliarias sea más espaciado.

Pero eso es algo a lo que  ya nos hemos acostumbrado los victorenses. Ante la incapacidad gubernamental para resolver el problema de fondo, los ciudadanos hemos normalizado el desabasto de agua. De alguna forma hemos encontrado el modo de sobrellevar la situación. La mayoría de las casas cuentan ya mínimo con un tinaco.

Lo que no podemos normalizar ni tolerar es el negociazo que hacen los llamados “piperos”. Es inmoral que haya quienes medren con la necesidad de la sociedad, vendiendo el agua a precio de oro.

Pero el hecho es más inmoral cuando los gobiernos ni siquiera se dan por enterados. Prefieren hacer como que no ven y no oyen las recurrentes denuncias que se hacen al respecto a través de las redes sociales.

Los “piperos” están cobrando entre 300 y 500 pesos por el llenado de un tinaco de 750 litros, que para una familia normal apenas le alcanza para cubrir sus necesidades de dos días.

Seguramente habrá muchos victorenses que están en posibilidad de pagar ese costo, pero hay también un gran cantidad de familias para quienes esos precios son inalcanzables porque implicaría disponer de casi la tercera parte del sueldo de una semana.

Ante un abuso de esa naturaleza hay interrogantes que brotan espontáneas.

¿Porque los gobiernos no han regulado a quienes venden el agua en “pipas”? ¿En función de qué los “piperos” fijan el precio del líquido?

La obligación constitucional de garantizar el derecho del agua es de los gobiernos, y en consecuencia lo menos que podrían hacer es impedir que haya quienes se aprovechen de las circunstancias haciendo negocio con la necesidad ciudadana.

Esperemos que lo hagan. No vaya a ser que la desesperación comience a provocar que la ciudadanía haga justicia por propia mano, entendido esto como el secuestrar las “pipas”.

EL RESTO.

DESESPERADOS.- En el PAN tamaulipeco andan desesperados porque no han podido destrabar la lista de candidatos a diputados por la vía plurinominal.

Pero la misma dirigencia complicó las cosas, porque luego de que el Tribunal Electoral del Estado le dio la razón a, Arturo Soto Alemán, con relación a su impugnación sobre la forma en que se definió la lista de candidatos, otros militantes fueron animados a impugnar ante la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal con sede en Monterrey,  el fallo favorable al también exdiputado.

En razón de ello, ahora la dirigencia estatal tendrá que esperar a que la Sala Regional agende y resuelva el asunto. Por lo menos eso es lo que respondió el Tribunal Estatal al secretario general del PAN en función de presidente, Carlos Alberto Salinas Garza.

En realidad, el apuro de la dirigencia panista por destrabar la lista de pluris a la legislatura local, es porque quiere asegurarle su lugar a, Ismael García Cabeza de Vaca, lo cual se ve en “chino”, sobre todo porque es un hecho que enfrenta una orden de aprehensión.

LA SECRETARÍA SIN MANDO.-La Secretaría del Trabajo del Gobierno del estado cumplió casi un mes sin titular y no parece haber mucha prisa por solucionar el tema.

Cuestión de recordar que quien la tutelaba, Olga Sosa Ruiz, dejó el cargo para ir a competir en la elección federal por un asiento en el Senado de la República.

Nada tendría de malo el asunto a no ser porque no se trata de cualquier Secretaría. Sería interesante saber las razones por las que no se ha designado a un nuevo o nueva titular.

ASI ANDAN LAS COSAS.

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