Reflector/ Gilda R. Terán.

Apenas arribó Eugenio Hernández Flores, candidato al Senado por el PVE, al municipio de
Soto la Marina, inmediatamente fue arropado por los habitantes de ese lugar, quienes se
volcaron en halagos y comprometieron su voto para el candidato.
Pero sin más, ni más, Geño les declaró su amor a este pueblo, les dijo que están en su
“corazón”, ya que desde pequeño vivió historias muy bonitas de su infancia junto a sus
padres y toda su familia, en Soto la Marina.
Además reconoció la valía de los “marsoteños “, son gente solidaria, muy trabajadora y con
muchas metas de salir adelante con su trabajo honradamente, les pidió apoyo para llegar al
Senado.
Ya que él conoce todas las necesidades de los habitantes de La Marina, un pueblo “entrón
y valiente” así lo hizo saber Geño, además de llegar al Senado, seguirá trabajando de la
mano de su amigo Américo Villarreal Anaya, un gobernador humanista que lucha por la
transformación de Tamaulipas.
Es así que el candidato “ojiverde” , sigue avanzando en este carrera por la Senaduría,
donde quiera que llega, la gente se alegra con su presencia y es que Geño es muy
“querendón” y todos prometen depositar su voto para el en estas próximas urnas.
RAIZ DE TODOS LOS MALOS.
El hombre en su larga historia, ha hecho del amor al dinero, una cadena de tragedias y
desolación, dejando escrito que la avaricia y la codicia vienen a quebrantar su condición
humana.
Pero, demos paso a que el dinero es necesario para satisfacer las necesidades primarias del
ser humano: comida, vivienda y vestimenta, y se hace “ineludible” para las relaciones
sociales, y accesorios no vitales como: carro, muebles, electrodomésticos, entre otros.
Y es que a nivel personal y social es importante, y en el mundo es esencial para mantener
la calidad de vida de los habitantes al permitir brindar servicios sociales y conservar la
infraestructura de los países.
En ocasiones el excesivo apego al dinero, y la forma de obtenerlo han tenido finalmente
destinos lamentables, engaños, corrupciones, cárcel o deudas son algunas de las
consecuencias por ser obsesivos con este “circulante”.

Parece ser que el dinero, en su justa medida, nos ayuda a vivir mejor en un mundo
dominado por el capitalismo, pero no olvidemos que no deja de ser un trozo de papel al que
se le ha otorgado un valor de intercambio, no obstante hay que tener la moneda suficiente
para vivir dignamente es algo necesario para alimentarnos, resguardarnos bajo un techo y
vestirnos.
Ahora en la vida espiritual, nos encontraremos pasajes de la vida terrenal, en los cuales nos
advierten “Que el amor al dinero es raíz de todos los males; y hay quienes, por codiciarlo,
se han desviado de la fe y se han causado terribles sufrimientos.”
Dios no desaprueba la posesión de riquezas, sí no los medios para conseguir esta pudiente
posición, ya que los que desean enriquecerse caen en tentación, y se vuelven esclavos de
sus muchos deseos, hundiéndose en la ruina y en la destrucción.
De ninguna forma condena el dinero ni critica a los ricos; pero deja claro que es el amor al
mismo, la fuente de todos los males, ya que en el ser humano casi siempre radica la
maldad, en su afán por atesorar bienes.
Nos vemos en la próxima.
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