La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

¿Por qué MORENA no se ha resuelto la candidatura a la alcaldía de ciudad Victoria?
La primera explicación es simple y concreta: no ha habido operación política. Y eso conlleva a otras, que se derivan de ese pecado capital de los mediadores en la pugna entre el grupo que capitanea el alcalde Lalo Gattás, y el bando que comanda a Luis Gerardo Illoldi y correligionarios.
¿Tan irreductibles están ambos afluentes en la capital?
Sí.
Así de renuentes y de empecinados.
Se puede decir: hay un empate de fuerzas.
La incapacidad de interlocución del delegado del CEN de MORENA, Mario Llergo está a la vista; no puede y no le sabe.
El grande problema que tiene el partido, es la ausencia de fichas para intercambiar con Gattás; a lo que se suma, el ofrecimiento de la alcaldía para Illoldi pase lo que pase. Es decir: a Illoldi le entregaron la candidatura desde hace meses. Y a Gattás, no le han encontrado la forma para anunciárselo.
Muy probablemente por una razón: Lalo no acepta otra posición, más que la candidatura a alcalde.
Le ofrecieron la diputación y no la aceptó.
Le ofertaron un cargo en la administración estatal y lo rechazó.
La contrapropuesta del alcalde es terminante, es candidato o se retira a descansar a su casa.
De otra forma: se marcha del escenario, dejando sueltos los hilos que mueven socialmente la ciudad. No pareciera ser un problema; para los que no saben cómo masca la iguana. Para un alma sensata, eso significa que, si bien no actuará en contra de la candidatura a la presidencia municipal, no trabajará a favor; y eso, es en términos reales como si se moviera contra el candidato.
Más claro: la estructura que había construido Lalo para su reelección, –casi 5 mil representantes suyos en las colonias populares–, quedaría al garete.
Ese es el problema.
Gattás y su amago, es más serio de lo que parece.
Para los inocentes no pasa nada si Illoldi es impuesto a rajatabla; para los sensatos, hacerlo candidato sin la anuencia de Lalo, desequilibraría la correlación de fuerzas de la capital se desquiciarían.
Sin duda: Illoldi, sería un bocadillo para el super trampa de Oscar Almaraz Smer.
La postura del actual alcalde, parece ser legitima y correcta. Aspira a reelegirse en los mejores términos. Algunos factores, se resisten. La conducta del joven Gerardo, más bien se sustenta en la ambición procreada por su inexperiencia y su ambición desmedida.
¿Para qué quiere una candidatura si no llegaría a la presidencia?
Si Lalo sigue en su macho –dicen sus colaboradores que su idea es inalterable–, ciudad Victoria tendrá un final de muchas complicaciones para MORENA.
¿Cómo contentar a Gattás?
No hay forma: la reelección o el regreso de un panismo que iba en retirada.
El delegado Llergo, dados sus resultados en Tamaulipas, sumará otro desbarajuste a su récord.
Lo cierto es que entre más dure entrampado el proceso interno de los guindos en la capital, más desgaste para el morenismo y más fortalecimiento para el panismo; y más fortalecimiento de Lalo. Los profesores victorenses, por ejemplo, que han externado ciertas simpatías con el presidente municipal, podrían replegarse ante lo desaseado de la construcción de la candidatura de la capital.
Por lo pronto, la candidatura de Illoldi, sigue pudriéndose.
El delegado Llergo, ya no sabe si llorar o ponerse a rezar…