Ahora que se habla mucho acerca de la reforma de pensiones para que los trabajadores obtengan sus pensiones de retiro con el último salario devengado, surgió la inquietud acerca de lo que se ha denominado el “fondo semilla”, que se creará a partir del próximo 1° de mayo con una suma inicial de 64 mil 619 millones de pesos, cuyos recursos saldrán de la desaparición de los órganos autónomos y la reducción de dependencias gubernamentales.
En una primera impresión resulta atractiva la propuesta del presidente López Obrador porque el “fondo semilla”, que luego se convertirá en el Fondo de Pensiones para el Bienestar, busca revertir las reformas de pensiones aprobadas en 1997 y 2007, es decir la primera impulsada durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León y la segunda durante la administración de Felipe Calderón Hinojosa que les impide jubilarse con el 100% de su salario.
Y digo que resulta atractiva en una primera impresión porque beneficiará a cerca de 50 millones de trabajadores que se incorporaron a las actividades productivas en 1997 y que están a punto de cumplir 30 años de trabajo, por lo que se busca otorgarles una pensión digna para su retiro, pero en contraste un número similar de empleados se quedarán sin empleo y por ende sin un ingreso que les permita sostener a sus familias.
Si bien es cierto que la iniciativa de reforma indica que el “fondo semilla” se irá incrementando poco a poco, varios expertos en finanzas públicas señalar que los 64 mil 619 millones de pesos no llega ni a un bimestre de aportaciones a las cuentas individuales de los trabajadores, por lo que se requerirá recurrir al endeudamiento público.
La iniciativa de reforma de pensiones se empezará a discutir en la Cámara de Diputados a mediados de abril, sin embargo, desde ahora ha provocado fuertes controversias entre los grupos parlamentarios, sobre todo porque coinciden en la necesidad de que los trabajadores obtengan una pensión digna cuando decidan retirarse, pero en contraste hay fuertes controversias en torno a de dónde saldrán los recursos para beneficiar a los trabajadores que se jubilarán en el 2027.
Mientras que los legisladores de Morena insisten en que el “fondo semilla” saldrá de la liquidación de los trabajadores de las órganos autónomos y del adelgazamiento de dependencias gubernamentales, los del PRI, PAN, PRD y MC señalan que se debe buscar otras alternativas para no dañar a nadie en la búsqueda de lograr una pensión digna.
Dirigentes del sector empresarial recordaron que en el 2020 se promovió una reforma de pensiones en donde se comprometieron a incrementar gradualmente la aportación patronal a las cuentas de ahorro para el retiro del 6.5% al 15% en el 2030, pero el gobierno federal no cumplió con sus compromisos que beneficiarían a los trabajadores, por lo que una vez más dudan que se logre en el 2024.
Incluso, creen que la iniciativa de reforma de pensiones de este año sólo es una estrategia electorera del gobierno federal, puesto que en caso de no lograrse le echará la culpa a la oposición para tratar de ganar de esta manera la elección presidencial del próximo 2 de junio.
Y hablando de reformas, el diputado local Edgardo Melhem Salinas del PRI, presentó ayer una iniciativa de reforma a la Ley Electoral de Tamaulipas, a fin de que los candidatos a las diputaciones locales de mayoría que obtengan el mayor número de votos por partido y aunque no ganen, puedan obtener una curul por la vía plurinominal.
La propuesta de Melhem Salinas busca que lleguen representantes populares al Congreso Local que hayan buscado el voto y recogido las inquietudes de la ciudadanía tamaulipeca, es decir que “hayan sudado la camiseta” para tener pleno conocimiento de las demandas de la población.
En caso de ser tomada en cuenta para su discusión y posterior aprobación, la reforma de la Ley Electoral de Tamaulipas se aplicaría en la elección local de 2027, cuando se renueve la gubernatura estatal, las diputaciones locales y las 43 presidencias municipales en la entidad.
Correo electrónico: [email protected]
