ORBE

Ma. Teresa Medina Marroquín.-
El de alguna manera defenestrado auditor superior del estado, Jorge Espino
Ascanio, olvida que la inocencia política del pueblo de Tamaulipas pasó
hace varios años.
Y que las declaraciones a los medios que todavía hizo hasta el pasado
viernes este sujeto desatan la ira de la ciudadanía y al mismo tiempo
provocan las más sonoras carcajadas.
La realidad es que todas las percepciones confirman que el grupo que
mantiene secuestrado al PAN aquí en la entidad ha perdido definitivamente
no sólo el poder sino la razón.
¿Por qué la necedad de continuar insultando, más con hechos que con
palabras, a los tamaulipecos, “informando” el ex auditor que no es que
quiera seguir al frente de esa dependencia del Congreso del Estado, sino
que todavía le queda un año, cuyo período vence el 9 de febrero de 2025?
Agrega que quiere cumplir con la Constitución (¡qué ciudadano tan
ejemplar!), porque esta le dio un mandato, y eso es que lo que está
defendiendo. Fíjese nomás.
Sin duda que nadie le cree, incluso ni en su casa, pues lo que está
defendiendo –realmente– son los intereses políticos y los apuros
angustiosos de ir a prisión de una caterva de ex funcionarios acusados por
el Gobierno de Américo Villarreal Anaya y por el propio Congreso del
Estado que lidera Úrsula Salazar Mojica, la diputada que anhela ser
alcaldesa de Tampico y que se las ha visto negras lidiando con los
entenados de Francisco García Cabeza de Vaca.
UNA DEPENDENCIA ESPECIALIZADA EN IMPUNIDADES
Pero, sobre todo esa impresionante lista de prevaricaciones, peculados y
asaltos de los que literalmente están acusados toda esa bola de
innombrables que, junto con alcaldes blanquiazules maestros de la transa,
nunca fueron requeridos por la auditoría de Espino Ascanio.
Como si la dependencia, con perfiles muy semejantes a los de una fiscalía
por su carácter persecutor, se hubiese convertido en un fétido pantano igual

al de un abogado mafioso que defiende criminales, y muy distante de sus
responsabilidades inquisitorias.
Un abogado que además cobra cantidades muy fuertes de dinero,
principalmente en efectivo y por debajo de la mesa, y siempre dispuesto a
presentar procesos “legales” y politiqueros, cuyas prácticas implican
demasiado tiempo, alegatos interminables, escándalos, impunidades y todo
un circo de cinismos que aún no se entiende con qué estómago e hígado se
pueden digerir.
Y ahora que el nuevo auditor, Francisco Noriega Orozco, se ha instalado,
dicen, gracias a la pericia de un cerrajero, la ciudadanía espera que el tema
de la destitución no se vuelve una situación inacabada.
Esto es, que esa ciudadanía deje a un lado el pesimismo que se hace
presente cuando la justicia es derrotada por las fuerzas oscuras del mal,
como si la democracia sólo fuera un simple jueguito donde se colocan urnas
y la gente acude a votar para nada.
Démosle a la justicia y a la democracia la verdadera autoridad de los
poderes públicos, y no la tragedia de los fracasos que no sólo no tienen
razón de ser cuando el pueblo ordena en las urnas, sino que hacen que
este país siga dominado por la impunidad.
DÁMASO ANAYA ALVARADO RECIBE CONSTANCIA COMO RECTOR
DE LA UAT
Y finalmente el pasado viernes la Asamblea Universitaria entregó la
constancia al MVZ Dámaso Anaya Alvarado como rector de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas (UAT), acreditándolo para dirigir a la Máxima
Casa de Estudios de la entidad para el período 2024-2028.
Este acto relevante para la vida universitaria se realizó en el Centro de
Excelencia del Campus Victoria, donde la Asamblea Universitaria, a través
de la Junta Permanente, en funciones de colegio electoral, presentó los
resultados del cómputo general de la votación celebrada el pasado 7 de
febrero, y donde participaron las veintiséis dependencias académicas de la
UAT.
El órgano colegiado informó además que la jornada se llevó a cabo sin
incidentes y en medio de un ambiente de civilidad y madurez política de la
comunidad universitaria.
¡Excelente inicio de semana!
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