La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

En tanto la IV T tamaulipeca, intenta mostrarse como un gobierno humanista y cercano a la gente, algunos miembros del gabinete estatal, se esfuerzan por echar abajo esos propósitos encabezados por el Ejecutivo estatal.
La titular de la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), Lucía Aimé Castillo Pastor y su séquito de colaboradores, antes de irse de vacaciones, dejaron sin el pago de becas a cinco mil 611 estudiantes, en tanto ellas, volaron a paradisiacos lugares a pasar su año nuevo y navidad.
¿SET humanista?
¿Castillo Pastor, y sus protegidas, cercanas a la gente?
Quien denunció la anterior pifia de la SET, no es cualquier ciudadano.
No es, una voz aislada en el desierto.
El responsable de esa penosa denuncia es uno de los más importantes miembros del Comité Ejecutivo de la Sección XXX del SNTE, Ulises Ruiz Pérez.
¿Dónde se atoró el dinero?
En la Dirección de Planeación.
¿Dónde más?
Cuca Varela, es la titular de esa dependencia y evidente responsable de la negligencia.
Esta dama, tiene hecho un caos la SET: tiene atiborrada la dependencia, con amiguitas, familiares, y socias cobrando salarios exorbitantes. Ella misma, gana como investigadora -el mayor salario que se devenga en la Secretaría-; lo extraño, es que no se le conoce ni una sola cuartilla escrita sobre algún tema educativo.
Al contrario, ha pasado por el sistema educativo tamaulipeco dejando un rastro de ineficiencias y estropicios.
Con la protección de Lucía Aimé, Varela, tiene escuelas atiborradas con personal administrativo que obedecen a su amistad, o al tráfico de influencias, generando un déficit en maestros frente a grupo.
Es decir: hay escuelas que tienen hasta veinte administrativos y faltan hasta diez profesores.
También está involucrada en el derrumbe del Colegio Repiso toda vez, que la norma de la SET, responsabiliza del escrutinio del equipamiento escolar incluyendo las escuelas privadas.
Es fecha, que todavía no ha salido oficialmente el peritaje de la SET y de la tristemente célebre Cuca.
Que se sepa, tampoco han dado información oficial verídica y explicaciones de la calidad de la construcción de esa escuela en lo particular; de otras instituciones de la Iniciativa Privada, menos se ha conocido informes de la dirección que tiene a su cargo Varela.
Esa fichita, tenía en sus manos la responsabilidad de entregar las becas con un monto de 27 millones de pesos.
No lo hizo.
¿Por qué?
Se infiere: nomás porque puede.
Ulises, explicó que la Sección XXX del SNTE, hizo las gestiones para los hijos de sus agremiados en tiempo y forma.
Todo ello, para que se entregaran esos estímulos antes de terminar el 2023.
Se sobrentiende: era una especie de bono navideño para los estudiantes.
No les llegó.
Lucía Aimé y su planificadora Cuca Varela, como burlonas y maléficas pícaras, se fueron de vacaciones navideñas con sus demenciales aguinaldos y estratosféricas compensaciones.
Como se ve: llegan a sus casas con disfraces de Santa Claus, y se ponen la verde máscara del grinch, cuando de atender al magisterio y a sus familias se trata.
Más leña a la lumbre: el conflicto SNTE- IV T tamaulipeca, sigue latente; continúa
en estado larvario.