 Que se peleen los simpatizantes, militantes y los afines a los
discursos demagógicos; ya bien lo decían en la época romana: «al
pueblo, pan y circo»…

Por Agustin Peña Cruz*
De ser grandes rivales en el pasado, hoy son grandes aliados; de haber
pertenecido a sus filas hoy están purificados. La polarización de los temas de
corrupción en el gobierno, mientras estuvieron al frente servidores públicos que
ocuparon cargos de elección popular y se olvidaron de los ciudadanos mientras
estaban sentados, salen a las calles en vísperas o en tiempos electorales,
dándose baños de pueblo, mientras que cuando estaban en el poder entraban a
restaurantes que hacían reservaciones y usaban perfumes de marcas. Pero para
el convencimiento del electorado, hasta en la banqueta y al lado del taquero se
sientan; así es.
Toda esa imagen de simpatía, quieren irradiar amor puro y desinteresado, cuando
el interés es otra vez llegar al trono y olvidar a quienes tuvieron al lado para llegar
al cargo que ostentan.
Que se peleen los simpatizantes, militantes y los afines a los discursos
demagógicos; ya bien lo decían en la época romana: «al pueblo, pan y circo», o la
otra más popular «circo, maroma y teatro». Así es como desde siempre quieren
impactar en el marketing político algunos asesores de la vieja escuela. Lo que
antes se hacía con panfletos, hoy lo hacen con redes sociales a través de las «fake
news», creando cuentas falsas para denostar a sus rivales, contendientes o
posibles aspirantes.
Los que en el pasado eran rivales políticos, hoy son grandes aliados, como por
ejemplo, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que criticó y arremetió fuerte
contra el Partido Acción Nacional (PAN). Así como el Partido de la Revolución
Democrática (PRD), que tiraba más para todos lados, especialmente para el PAN.
Incluso se llegó a decir que era rémora del PRI para debilitar al PAN.
En la actualidad, los vemos como los aliados y «fuertes opositores» del Partido del
Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), con su marca «FAM» (Frente
Amplio por México), que pudiera ser una alegoría de «FAMilia». Ahora unidos
todos, pero años anteriores eran señalados unos a otros como corruptos. Ya

unidos como FAM, han señalado, al menos en Tamaulipas, a algunos servidores
públicos emanados de MORENA de tener presuntos vínculos con el huachicol.
Nada se les ha comprobado. Lo único que circula son notas «fake news», pues
hasta el momento no se ha iniciado ningún proceso legal en contra de los
implicados, al menos que sea verificado por periodistas enfocados en la
investigación. Lo que sí se sabe y está documentado es a través del libro «El
Cartel Negro» publicado por la periodista Ana Lilia Pérez en 2011 a través de la
editorial Grijalbo. El «huachicol», el hurto a Petróleos Mexicanos (PEMEX), se
aborda en cómo los cárteles se han infiltrado en la industria petrolera y cómo el
robo de combustible se ha convertido en una lucrativa actividad ilegal.
Ahora bien, ¿en estos años dónde estaban los Morenos señalados hoy en día?
¿Quién gobernaba y por qué no se hizo nada? Mientras Pérez explora cómo esta
práctica afecta no solo a la economía del país, sino también a la seguridad y
estabilidad social, revelando las complejidades de la relación entre el crimen
organizado y las instituciones gubernamentales.
Asimismo, los actores de MORENA señalan de corruptos a los políticos que se
encuentran dentro de las filas del «FAM». Pero, ¿dónde están los expresidentes de
México si realmente fueron corruptos? ¿Por qué ahora critican, si antes también
formaron parte de lo que hoy detestan e incluso algunos ocuparon cargos de
elección popular y fueron hasta servidores públicos? Pero el estar dentro de
MORENA los ha «purificado».
Esta técnica de desprestigio y polarización no es nueva. Se remonta a muchos
años atrás. Por ejemplo, en la antigüedad se decía «al pueblo, pan y circo» (Panem
et circenses), frase que se remonta a la antigua Roma y es atribuida al poeta
satírico Juvenal. Posteriormente, fue utilizada en sus sátiras para describir la
forma en que algunos emperadores romanos mantenían la lealtad del pueblo
proporcionándoles alimentos (pan) y entretenimiento en forma de juegos y
espectáculos en el circo.
En esta expresión refleja la idea de que, al satisfacer las necesidades básicas y
proporcionar distracciones, los gobernantes podían mantener a la población
contenta y distraída, incluso a expensas de asuntos más serios o problemas
políticos más profundos. Podemos señalar que es más que evidente que la forma
de llegar al electorado no es más que la manera más ruin y despiadada,
construyendo historias falsas, atacando a los adversarios y dando una imagen de
salvavidas ante sus precarias vidas que todo un sistema ha contribuido a lo largo
de los años a mantenerla como actualmente se encuentra.
Si retomamos el dinamismo de dirimes y diretes, los de MORENA señalan de
corruptos a los que integran FAM. Y es que, como no, si algunos de ellos ya
estuvieron dentro de sus filas y hasta obtuvieron cargos de elección popular. En la

actualidad, no quieren recordar también ese pasado porque ya dieron vuelta a la
página.
Mientras tanto, pobre la ciudadanía que es engañada por las implicaciones de
señalamientos de desprestigio y mentiras que provienen de mercadólogos que
construyen «imágenes públicas» de sus prospectos. Cuando hay muchas frases
clásicas, «sigan avanzando, mientras enfrente estén ladrando», «el dicho no es lo
mismo que el hecho». Así que sigan trabajando y viendo por la sociedad
vulnerable, pero no solo en tiempos electorales, porque una cosa sí es muy
segura: la credibilidad se gana con la empatía, y más cuando se tiene una amplia
habilidad social para conectar con el pueblo, no solo en los tiempos de
polarización donde los temas viejos de corrupción y huachicol ya cansan al
pueblo. Cuando camina entre la lluvia y el lodo, o cuando duerme a oscuras por
falta de suministro en la energía eléctrica, o cuando la inseguridad en las calles le
impide salir como anteriormente se hacía, o cuando quiere poner un negocio y lo
piensa mil veces por las implicaciones que trae, porque el que tiene un negocio ya
es rico.
Este análisis no pretende atacar a nadie, a ningún político, servidor público. Lo
que pretende es hacer una autoconciencia de lo que realmente queremos hacer
por la sociedad, y si fuese el caso de un interés personal o un interés colectivo, la
consciencia juzgará, el pueblo olvidará, pero jamás perdonará. Las estadísticas de
las preferencias electorales son buenas, pero las verdaderas estadísticas son el
día «D» decisivo, el día en que se cuentan los votos en las urnas. Como dice la
consultora política Gisela Rubach, las encuestas son importantes porque marcan
las tendencias, pero una elección se gana arras de tierra.
Nos leemos en la próxima entrega, mi correo electrónico es
[email protected]