Tinta Negra
Alfredo Guevara

Como era de esperarse, el Fiscal Anticorrupción RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA se defendió, de lo que hasta ahora han emprendido en su contra.
En parte tiene razón, cuando aduce en un escrito, difundido en redes sociales que, desde el cambio de la administración estatal, ha enfrentado una campaña, basada en acusaciones falsas y difamaciones.
Señala también que se le ha violado el fuero constitucional que le otorgó el mismo Congreso local, cuando lo nombro Fiscal Anticorrupción.
Y el Fiscal podrá tener su grado de razón, pero lo que también es cierto, es que no tiene aprobado su examen de control y confianza, para desempeñar ese importante cargo.
Lo raro de todo, es que supuestamente a RAÚL no le han notificado entre otras cosas, del resultado, en el que no aprobó los exámenes de control y confianza.
Aparte de ello, la reducida producción en la judicialización de denuncias que se presentaron desde noviembre de 2022, derivado del proceso de entrega-recepción, ponen en duda su permanencia en el cargo.
RAÚL debió entender desde un principio, que con el cambio de administración, estaba obligado a dar resultados de su labor, no tanto por la presión del nuevo Gobierno, sino porque es una de sus responsabilidades, de acuerdo a la Constitución o bien, renunciar.
En el escrito, detalla que la embestida inició en octubre del 2022, cuando un juez federal le otorgó una suspensión definitiva para que pudiera ejercer plenamente su cargo.
En septiembre de este año, la Comisión Permanente, integrada por cinco diputados de Morena ordenaron su separación temporal del cargo, nombrando a quien considera como un “usurpador” en su lugar.
Apenas el pasado 16 de octubre, la autoridad federal ordenó su inmediata restitución en el cargo como Fiscal, pidiendo incluso, respetar el fuero constitucional del que goza.
Pese a lo anterior, la presidenta de la Junta de Gobierno en el Congreso local, ÚRSULA PATRICIA SALAZAR poco o nada le importó y se placeó en la inauguración de la Feria Tamaulipas 2023.
La legisladora abordó con “pincitas” el tema, no ahondó y esquivó cuanto pudo las preguntas que le hicieron sobre el caso del Fiscal Anticorrupción, la posibilidad de iniciarle un juicio político en el Congreso, entre otros temas.
Pareciera que ÚRSULA tiene miedo hablar del Fiscal, quien sigue un paso adelante, en toda la estrategia que le han armado para destituirlo del cargo. En fin.
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