• En menos de 48 horas después del desplome de la iglesia en Madero, dos gobiernos
    locales han clausurado un centro de reunión religioso y una escuela de educación
    preescolar.

Por Agustin Peña Cruz*
Altamira, Tamps.- La tragedia que conmocionó a todo el mundo entre sentimiento de
unidad a las pérdidas humanas, asombro y nostalgia, así como muchas interrogantes en
materia de Protección Civil y la ley que rige dicha prevención, ha sido el desplome de la
iglesia “Santa Cruz” de Ciudad Madero, situado al Sur de Tamaulipas y pegado a la costa
del Golfo de México.
La noticia que fue publicada en medios internacionales y pone en el centro de la atención
al sur de la entidad Tamaulipeca, una región geográficamente estratégica en materia
comercial con interconexión en diversos países, y que posiblemente este visitado en los
próximos meses el presidente de los Estado Unidos, Joe Biden, procedente de la nación
Norteamérica que se toma muy enserio el tema de la seguridad.
La agencia de noticias The Associated Press (AP) ha indicado que Luis González,
coordinador de Protección Civil de Tamaulipas dio a conocer que “hasta el momento las
autoridades desconocen qué ocasionó el derrumbe, que está siendo investigado por la
fiscalía general estatal”.
Asimismo, AP resalta qué “en México ha habido desplomes de edificios durante
terremotos, pero el Servicio Sismológico Nacional no reportó ninguna actividad sísmica lo
suficientemente fuerte como para causar un daño así en el momento del desplome (en la
Iglesia de Ciudad Madero)”.
Hasta el momento, el saldo en números que dan cuenta de manera oficial en esta
tragedia arroja de cuando menos 11 muertos y 60 heridos, algunos de los cuales aún
permanecen internados en centros de salud del estado de Tamaulipas.

CIUDADANO EXPRESA PREOCUPACIÓN Y TESTIMONIO TRAS LA TRAGEDIA
El lector de Noticias PC (NPC), Miguel Ángel Verastegui Cavazos, desde su punto de
vista como ciudadano ha referido que tiene “muchas horas de video y si bien mucha gente
fue a ayudar, eran más los mirones y curiosos que solo estorbaban, ni siquiera dejaban
salir a las ambulancias, gran desorden y desorganización”, esto el día de la tragedia el 1
de octubre en la iglesia “Santa Cruz”.
“Debido a que se vio la carencia de un protocolo de atención a emergencias ya que todas
las dependencias que llegaba no sabían que les tocaba hacer y todas hacían lo mismo,
no había un líder, querían levantar la losa con maquinaria y se sabe que es mejor
levantarla con polines y gatos hidráulicos, etc.”, dice.

Por lo que, como ciudadano exhortó a que tanto Tampico y Altamira empiecen a elaborar
estos protocolos que tanta falta les hace (Protección Civil, Bomberos, Obras Publicas,
Tránsito, SEDENA, Marina, Policía Estatal Acreditable (Guardia Estatal), etc.
Pues si bien es cierto, y como bien refiere Verastegui Cavazos “a todos les debe tocar una
función específica para no perder tiempo y salvar vidas, que empiecen la operación
´después de niño ahogado´, es decir a revisar iglesias de todas las denominaciones,
escuelas, recintos, etc.

CLAUSURAR IGLESIA DE JESUCRISTO RESUCITADO EN MADERO: ¿ES
SUFICIENTE?
Ayer en la colonia 20 de noviembre de Ciudad Madero, la parroquia católica de Jesucristo
Resucitado sufrió un destino similar al de la Iglesia de la Santa Cruz, aunque este no haya
tenido aun pérdidas humanas que lamentar, ya que fue clausurada por Protección Civil de
Ciudad Madero debido a fallas estructurales que amenazaban la seguridad de los fieles,
por lo que se podría preguntar ¿es esta una respuesta adecuada después del desastre
del domingo pasado?.
Pues si bien, después de que el techo de la Iglesia de la Santa Cruz se derrumbó durante
una celebración religiosa, poniendo en peligro la vida de más 60 personas, uno esperaría
que las autoridades locales tomaran medidas más enérgicas para garantizar la seguridad
en los edificios religiosos y públicos. Sin embargo, la clausura de otra iglesia parece ser
una respuesta reactiva más que proactiva.
Por su parte, el alcalde Adrián Oseguera Kernion anunció que implementarán un
programa permanente para inspeccionar todas las estructuras de construcción antigua en
busca de signos de deterioro. Si bien esto es un paso en la dirección correcta, basta
preguntarnos ¿no debería haberse hecho mucho antes del desastre en la Iglesia de la
Santa Cruz?, o bien plantearnos otra pregunta ¿Cuántas vidas más deben estar en
peligro antes de que se tomen medidas preventivas adecuadas?.
No obstante, la clausura de la iglesia “Jesucristo Resucitado”, es particularmente
preocupante porque fue la misma empresa constructora que trabajó en la Iglesia de la
Santa Cruz en el año de 201, y hoy esté involucrada en la construcción de la Iglesia en
mención.
Resaltan otras preguntas, que tal vez quedarán en el aire, ¿Qué tipo de supervisión y
normas de Protección Civil se aplicaron entonces y cómo pueden los ciudadanos tener
confianza en que esta vez se hará mejor?
Aunque hay que tener presente que la seguridad pública y la prevención de accidentes
deben ser una prioridad constante, no una reacción a un desastre. Y en este caso quienes
administran los edificios religiosos y públicos tienen la responsabilidad de garantizar su
seguridad, pero también es responsabilidad del gobierno local avalar que se cumplan las
normas y regulaciones adecuadas.