AGENDA PÚBLICA.

Salvador Leal Luna.

Mientras los panistas tienen impugnados varios decretos que fueron expedidos por ese poder, los morenistas, han iniciado una guerra, al presentar y aprobar en sesión de la diputación permanente, un apercibimiento en contra de los diputados locales de Acción Nacional y del legislador local priista, Ángel Covarrubias.

También se presentó un acuerdo, donde piden que este órgano dictaminador, sea el promovente ante la Cámara de Diputados Federales, para pedir “Juicio Político” en contra de cuatro legisladores federales de Acción Nacional y que irrumpieron el pasado 10 de julio, en las instalaciones del Congreso del Estado.

Ellos, son Gerardo Peña, Oscar Almaraz, Vicente Verastegui y Mariela López, quienes juntos a los diputados locales, hicieron de las suyas ese día en el interior del poder legislativo, donde sus propias cámaras que instalaron cuando fueron mayoría legislativa, los grabaron haciendo desmanes y agrediendo al personal y funcionarios de ese poder en Tamaulipas.

Por eso, la guerra, sin temor a equivocarme, habrá continuar o de recrudecer, sin lugar a dudas, en este Congreso de Tamaulipas, porque ambos grupos radicales en los que se han convertido los panistas y los morenistas, con ello, no abona a nada bueno, por el contrario, la lucha o la guerra será sin cuartel en el interior de esta que dicen que es la casa del pueblo, yo diría del diablo, porque huele más que azufre.

Sin embargo y como lo escribí en estos espacios, se espera que la diputada local, Úrsula Patricia Salazar Mojica, presente ese iniciativa de “cultura de la paz”, pero para los diputados locales, con el propósito de que haya consensos, acuerdos y no violencia, como ella, lo pide a los educandos en las escuelas del Estado.

Veremos si el comportamiento de estos grupos radicales y que hace tiempo los bautice como “pandillas salva truchas”, cambian y prediquen con el ejemplo de ser mesurados en atender sus diferencias, no políticas, pero sí con sed de poder que es lo que pelean, no acciones de beneficio para los tamaulipecos, eso no les interesa.

En fin, esta 65 legislatura se ha caracterizado por los escándalos; es decir de circo, maroma y teatro desde que inició y si no hay un orden, así culminarán los dizque trabajos legislativos entre el odio y el rencor, por estás dos bandas de diputados locales, donde se han injuriado hasta decir ya no.

Por lo pronto, los recursos de impugnación y de inconstitucionalidad, como los acuerdos de apercibimiento y de juicio político, seguirán su curso. Veremos más adelante que sucede porque la guerra en el Congreso de Tamaulipas a mi juicio, se recrudecerá más de lo debido, luego de que los ánimos, están más que caldeados entre estas dos bandas de “forajidos” legislativos.

Se les dará el voto de confianza, con el fin de que sus diferencias las resuelvan con “altura de miras” y no con los espectáculos que han dado, donde les ha faltado que lleven la “carpa” y la instalen en el interior del poder legislativo de Tamaulipas.

Pero de que hay tiro, lo hay. De eso no hay duda y sino, para el baile vamos.

Por hoy es todo.

HASTA LA PRÓXIMA.

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