ORBE


Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Este año, como prólogo de las elecciones de 2024, la presidencial desde
luego, y con la marca de estos procesos en Coahuila y Edomex, ha dejado
de ser un tiempo de consolidación para el debate democrático.
Sería muy extenso detallar todas y cada una de las confrontaciones que el
gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha venido
enfrentando con sus adversarios.
No obstante, todo mundo en este país sabe perfectamente quiénes son los
enemigos del tabasqueño, y cuyas batallas ya se convirtieron en el sello
distintivo de una nación a la cual le ha costado “horrores” tratar de controlar
y superar los efectos de un horizonte cada vez más oscuro y siniestro.
Dirán que la guerra entre AMLO y sus enemigos no es cosa nueva, que la
escalada de conflictos y tensiones apareció desde el primer día en que el
Presidente de la República tomó posesión de su cargo.
Y tienen razón, aunque los eventos cargados de una furia que tiene a varios
grupos fuera de sí, han propiciado una ceguera resuelta no a combatir al
movimiento de la 4T, sino a desintegrarlo, porque, a propósito de la guerra,
y de su arte, no entienden que al enemigo no se le debe combatir mediante
semejantes niveles de odios que rayan en el aborrecimiento, el repudio y
hasta la repugnancia.
¿ESTÁN PROVOCANDO A LAS FUERZAS DEL ORDEN?
Este agresivo contexto donde desde Palacio Nacional se culpa directamente
a los líderes de la derecha, y desde esta igual lo hacen contra la 4T, es una
cantaleta que está sacando de casillas a los mexicanos más cuerdos,
lúcidos y reflexivos.
Me explicaré mejor: se trata de una guerra que por un lado podría tener un
sentido de justicia contra la evidencia de una corrupción inconcebible e
imperdonable.
La cual colisiona contra el otro lado cuyo afán estriba solamente en
sobreexplotar una estrategia de las que se hacen ciertamente cuando de

plano una de las dos partes sólo quiere hacer tiempo, simultáneamente se
pasa de la raya y se niega a reconocer que sus gobiernos han sido lo peor
de todo lo peor en al menos más de medio siglo.
Ahí habrá pues, sin duda, consecuencias que en su momento, al
prolongarse estos excesos, no se podrán controlar bajo ninguna
circunstancia.
No quiero insinuar que se llegue al uso de la fuerza pública y muchos
menos del despliegue militar (ni Dios quiera) para que el país se tranquilice,
se equilibre y se serene, y que nos permita acompañarlo en su marcha
natural con todas y todos los 130 millones de mexicanos arriba de su
territorio.
El colmo es que mientras un amplio sector de la clase política predica que
está rescatando a México del mal gobierno, este es, al mismo tiempo, el
causante de que las “reparaciones urgentes” que necesita México no se
puedan realizar porque para este grupo de poder, más allá de los partidos
políticos, toda la disputa por el poder sólo se circunscribe a hincharse
bestialmente de miles de millones de pesos.
Así cómo diablos va a avanzar este país si las únicas metas es utilizarlo
para enriquecerse, sin darle, si se pudiera, nada a cambio. Como los
impuestos.
Esperemos que las dirigencias nacionales de todos los partidos políticos
reaccionen antes de que en México muchos acaben matándose.
Por lo pronto una cosa es muy cierta: ya todo mundo está enterado de
quienes son los culpables de esto que ya parece, una funesta situación.
GATTÁS: ESTAMOS TRANSFORMANDO A VICTORIA
Otro sector de Ciudad Victoria que también está siendo transformado por la
rehabilitación asfáltica es la calle 11 – Lauro Aguirre, desde Matamoros al
bulevar Praxedis Balboa, por lo que en breve se estará integrando a la lista
de vialidades restauradas por el gobierno de Victoria que preside el alcalde
Eduardo Gattás Báez, y cuya superficie, en este caso, suma 2 mil 607
metros cuadrados de este nuevo proyecto de infraestructura vial por el que
se beneficiará en forma directa a una población de 3 mil 508 personas que
la transitan, residen o realizan sus actividades comerciales.
Asimismo, Eduardo Gattás reiteró que con el apoyo del gobernador Américo
Villarreal Anaya “se atienden las prioridades de Victoria que son el agua,
recolección de basura y pavimentación”.

¡Feliz fin de semana!
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