Cd. Victoria, Tam.- Las instituciones educativas de Tamaulipas no podrían quedarse al margen de una revisión crítica en sus cuentas tras el cambio sexenal del primero de octubre pasado.

El panorama que encontraron las nuevas autoridades en dicho sector es similar al observado en Salud, Seguridad, Bienestar Social y todo el aparato estatal.

Corrupción desbordada, por supuesto, saqueo, desorden por ineptitud y derroche, pero también anarquía deliberada, grandes faltantes de información y cero rendición de cuentas.

Es el caso del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, (CONALEP), institución originalmente federal y después federalizada, es decir, con sus competencias distribuidas entre los niveles estatal y central.

¿Qué encontró el gobierno americanista en los ocho planteles de Tamaulipas?… Opacidad total en el ejercicio del gasto, partidas fantasmales a menudo excesivas, dinero que se iba por carretadas bajo los más diversos pretextos y sin conocer su utilidad real. Esto y muchos aviadores.

La camarilla cabezona que mal gobernó hasta el 30 de septiembre pasado usó al CONALEP como una de sus cajas chicas, de dónde distraer recursos para su gasto electoral, aunque también como negocio de funcionarios.

Apenas tenía 4 días de iniciado el actual gobierno cuando el sindicato de esta institución educativa exigió una auditoría rigurosa, ante la fundada sospecha de malos manejos, coincidiendo en ello con su entrante director, el contador FERNANDO ARIZPE PEDRAZA.

La auditoría se dispuso de inmediato. Sus resultados confirman plenamente el diagnóstico expuesto por el gobernador VILLARREAL ANAYA en su informe de marzo pasado, cuando se refirió a la herencia panista.

Una administración orientada al latrocinio y la apropiación de recursos públicos, donde la rapacidad y el cinismo no tuvieron paralelo, por el tamaño de su deshonestidad, patológica voracidad y total falta de escrúpulos.

NEGOCIOS PRIVADOS

El trabajo de los auditores arrojó muy pronto resultados. Un brutal desfalco en los planteles, trastupijes de la más diversa especie, empezando con el manejo discrecional de diversas cuotas que en lugar de depositarse rigurosamente en cuentas bancarias, se concentraban en efectivo, en las oficinas de dirección.

Ejemplo de ello, el plantel de Nuevo Laredo que tiene mil 300 estudiantes, donde cobraban en promedio 2 mil 500 pesos por alumno y debió ingresar la cantidad de 3 millones 250 mil pesos. Solo depositaron 600 mil.

Similares operaciones fueron detectadas en las escuelas de Miguel Alemán, Reynosa, Matamoros, Rio Bravo, Victoria, Mante y Tampico. En los últimos 6 años el desfalco se estima entre 60 y 80 millones de pesos.

En otro rubro, los directores anteriores habían establecido una cuota semestral entre 300 y 900 pesos a cada alumno, entregada a un denominado “comité de financiamiento”. Fantasmal instancia sin sustento legal.

Ingresos que a ninguna autoridad se reportaban y de los que jamás se informó. Sencillamente, se esfumaron semestre tras semestre. Puros valores entendidos, todo discrecional y sin contabilidad visible, para no dejar rastro.

Hasta septiembre del 2022, tales cobranzas fueron botín de los directores de las escuelas. Ellos pasaban su moche más arriba, a la dirección estatal, donde la abundancia se expresó en camionetas de lujo, amén de estrenar residencia y algunas empresas.

La mecánica era así. El alumno hacía el pago en su respectiva escuela, la institución teóricamente debía concentrar el recurso y depositarlo en cuenta cada día. Pero sus directores guardaban gran parte del recurso en greña. Cada uno tenía su cochinito.

Esto explica por qué en los planteles más importantes han sido encontradas grandes cajas fuertes con cantidades retenidas en efectivo, en cash, que jamás llegaron a los bancos. En algunos casos, hasta medio millón de pesos en fajos de billetes.

Con la llegada del gobierno americanista, todo ese dinero se mandó depositar y se instauró un registro de cada peso manejado. Ahora, al alumno se le otorga una ficha para que pague directamente en el banco.

También  bajó la cuota, se fijó en 400 pesos, es totalmente voluntaria, se deposita en banco y su uso está supervisado por comités de padres de familia, para fines de trasparencia.

Con este tipo de controles, los ingresos del CONALEP se incrementaron un 106% desde octubre pasado. Pagos que antes se perdían y ahora capitalizan a las escuelas.

La proyección es que durante el presente 2023, la institución recaudará 14 millones más, tan solo con el buen manejo de sus finanzas, evitando fugas, al acabar con el feroz manoseo de pagos en efectivo que antes privó en estos ámbitos.

DEVASTACIÓN GENERAL

Al llegar el actual equipo gobernante el primero de octubre pasado, el mal estado de las instalaciones era evidente, por efecto combinado del saqueo, el desorden y el abandono por parte de autoridades que solamente se preocuparon en cuidar sus negocios personales y acumular fortunas.

Por citar ejemplos, es muy grave el deterioro en los talleres de mecánica automotriz y de maquinaria industrial. Equipos viejos, obsoletos, descompuestos. En otros casos, de plano, se los robaron.

Están desaparecidas máquinas de soldadura. Pero también equipo de oficina, como impresoras y escáneres. En Tampico se perdieron 30 computadoras.

Los vehículos que dejaron (igual que en todo el aparato gubernamental) estaban en pésimas condiciones, descompuestos, muchos yonqueados, desmantelados. El colmo fue en Ciudad Mante donde se robaron… ¡un camión escolar!…

La arquitectura también sufre cuando no se aplican las partidas de mantenimiento y los encargados las usan para sus fines personales. Aulas que se mojan, paredes descascaradas, techumbres de lámina desvencijadas, transformadores en mal estado.

Nunca les dieron servicio. Las partidas, sencillamente, se fueron a otra parte. Por dicha causa tronó un transformador en el plantel de Tampico y sus estudiantes permanecieron sin luz varios meses.

Tuvo que intervenir el gobernador VILLARREAL ANAYA y con una inversión de seis millones, la escuela renovó sus instalaciones eléctricas.

Un panorama más amplio nos indica que el CONALEP no es el único caso. Similares diagnósticos se tienen en organismos educativos como el COBAT y el ITACE.

Lo que viene ahora es el procedimiento para fincar cargos penales y que los involucrados sean llamados a comparecer. No puede haber borrón y cuenta nueva, los responsables deben pagar.

BUZÓN: [email protected]

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