#DESDELAFRONTERA
POR PEDRO NATIVIDAD

Nuevo Laredo siempre ha sido una ciudad próspera y de renombre, imagínese usted, la Aduana más importante de Latinoamérica, por aquí pasa la mayoría del Comercio Internacional.
Es una ciudad rica, millonaria, la envidia de los municipios de México, por el presupuesto impresionante que aquí se ejerce año con año en los gobiernos municipales.
Sin embargo, a pesar de todas esas bondades, Nuevo Laredo ha sido una ciudad que ha crecido al ahí se va, mal planeada y esa riqueza que atrae y que tanto se presume y envidia, no es equiparable con la infraestructura que deberían haber a lo largo de todos los alcaldes, que han pasado sus manos por ese presupuesto.
Si la riqueza que genera Nuevo Laredo se invirtiera correctamente, ahorita viviríamos en una Ciudad de primer mundo, con rascacielos, con obras de gran nivel, pero vivimos con una ciudad rica con una infraestructura pobre.
Una de las grandes dolencias de Nuevo Laredo, es su drenaje y la red de agua potable.
Vivimos siempre entre aguas negras, drenajes tapados, inundaciones, fugas de agua y cortes de agua constantes.
Ningún alcalde quiso entrarle de lleno a dar solución a estos problemas, le echaban un mejoralito, pero solo quitaba tantito el dolor de cabeza.
La ciudad creció a pasos agigantados en menos de 20 años y a la par que cada vez se construían más y más colonias, nadie se preocupaba por mejorar la red de drenaje sanitario y pluvial, mucho menos de construir una mejor Comapa.
Hubo un alcalde que intentó construir 7 colectores (no diré nombre porque se sienten), sin embargo no se construyó ni la mitad de uno, bajo el pretexto que el Gobierno del Estado no puso la parte de dinero que le correspondía, dejando a Nuevo Laredo bajo una impresionante deuda que, a más de 10 años, aún se sigue pagando
Llegaron tres alcaldes más y le invirtieron más millones a los colectores, pero el problema siguió igual, pues aunque sí se hicieron dichas construcciones, no fueron suficientes.
La ciudad ya no podía más, por ello comenzó a colapsar, la gente cada vez se quejaba más de los brotes de aguas negras en sus colonias, fugas de agua por donde quiera, arroyo desbordados por las lluvias y contaminados, drenajes desembocando directamente al río y lagos, sin ser tratados, ciudades inundadas, en fin una porquería, que llevó a algo más terrible, los socavones.
La ciudad comenzó a colapsar, el subsuelo no pudo aguantar más los drenajes destruidos, formándose impresionantes socavones que eran el dolor de cabeza de cada alcalde.
Hoy se está trabajando en este problema añejo, CARMEN LILIA CANTUROSAS, alcaldesa, no tuvo más remedio que fajarse la falda y entrarle de lleno.
Para empezar se han invertido 480 millones de pesos en la rehabilitación de 12 colectores y subcolectores, así como la restauración de la red de agua potable en el sector centro, que era casi inexistente.
Todos pudimos ver, a través de los videos y fotografías que presentaba el Municipio en redes sociales, lo deteriorado de los drenajes, colectores y tuberías de agua potable.
Es más, en algunas partes ya ni había tubos, el agua potable, las aguas negras, pasaban por los huecos que habían dejado los tubos, pero ya era pura tierra, filtrándose todo al subsuelo, lo que provocaba los socavones.
Este jueves pasado, la alcaldesa CARMEN LILIA, presentó un documental denominado «SOCAVON: DEL COLAPSO A LA TRANSFORMACIÓN», en donde demuestra a los neolaredenses los detalles de los trabajos que se realizaron para la rehabilitación y construcción de esos 12 colectores y subcolectores y las dificultades que tuvieron para poder cumplirle a Nuevo Laredo.
Empresarios, representantes de la sociedad civil, comunidad estudiantil, autoridades estadounidenses y municipales, abarrotaron el Centro Cultural para ser testigos del trabajo que realizó la alcaldesa CARMEN LILIA CANTUROSAS, trabajo que ningún alcalde quiso entrarle.
Todos decían que ningún alcalde no quiso entrarle a ese problema porque era enterrar el dinero, porque las obras que van debajo del suelo no se ven y cuando hay campañas los votantes no las ven.
Pero hay que decirlo, mejor una obra que no se ve abajo del suelo, pero que le dará una mejor calidad de vida a los neolaredenses por muchos años, que una obra enorme que todos los días se ve, pero que no sirve para nada.
Por ejemplo, ahí tenemos una obra espectacular, digna de presumir porque no cualquier ciudad la tiene, nuestra famosa CIUDAD DEPORTIVA, con instalaciones deportivas hermosas y con un estadio de béisbol y de básquetbol, de primer nivel.
Una ciudad deportiva que le metió muchísimos millones un alcalde (sigo sin decir nombres para no herir sentimientos), y que cuando entró el otro alcalde, le volvió a meter otros millones más y después otro alcalde le volvió a meter más millones, pero que al final, ahí está abandonada, de vez en cuando se ocupa de cuartel militar, pero al final esos millones y millones y millones, se quedaron tirados en la basura.
Otro ejemplo, nuestra hermoso CENTRO CULTURAL, que le costó a Nuevo Laredo un ojo y el otro también, construido por otro alcalde (y sigo sin decir nombres), porque en ese tiempo el pretexto fue el precio del acero, que subía y subía (así decían) y que al final costó tres veces más de los presupuestado.
Ahí está el Centro Cultural, que solo lo ocupan los políticos para sus eventos y una o dos veces al año para algún espectáculo grande, en donde solo puede acceder la clase rica, porque ni ruta camiones hay para el pueblo, pero que no funciona para lo que fue construido.
¿Otro ejemplo?, claro, nuestro glorioso POLYFORUM, hermoso, majestuoso, que nos costó otro ojo de la cara (como tiene ojos Nuevo Laredo), construido por otro alcalde (y no diré nombres, no insistan).
El POLYFORUM prometía gloria y dicha, casa del equipo de Básquetbol campeón de Nuevo Laredo, (aunque ya había un estadio profesional en la Ciudad Deportiva).
Pero también fue «llamarada de petate» y ahora solo sirve para cierres de campaña de los políticos y para vacunar gente, perdiéndose ahí, toda la danza de millones y millones que se le invirtieron.
Y ya le paremos porque los voy a aburrir.
En fin, si los millones y millones y millones que se le invirtieron a estos tres elefantotes blancos, se les hubieran invertido el drenaje y al agua potable, ahorita Nuevo Laredo no tendría problemas de nada, tendríamos una ciudad de primer mundo en un país de tercera.
Pero bueno, como dijera el viejo sabio José José, ya lo pasado, pasado, ahora lo bueno es que por fin un alcalde, alcaldesa, decidió entrarle e invertirle a obras que no se ven, pero que sin duda el pueblo neolaredense estará agradecido por siempre.
Aclaramos, no está todo solucionado, hace falta mucho más, pero sin duda, con la voluntad que tiene CARMEN LILIA, seguramente se le dará un gran adelanto a estas obras tan necesarias, esperando que los demás alcaldes que siguen, traigan la misma voluntad… ¿Qué? ¿no?, NOS LEEMOS.
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