La designación de Mercedes del Carmen Guillén Vicente como delegada del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI en Tamaulipas indica claramente que los priístas están dispuestos a dar la pelea en la elección del 2024, puesto que desde ahora envía a gente experimentada no sólo “para poner orden en casa”, sino también para negociar con las dirigencias estatales del PAN y del PRD para elegir a las o los aspirantes de las 3 fuerzas políticas que integran la alianza “Va por Tamaulipas” que estén mejor posicionados en las encuestas a fin de obtener el mayor número de cargos de elección popular el próximo año.

          Guillén Vicente, mejor conocida como Paloma, conoce muy bien a la clase política de Tamaulipas, puesto que no sólo fue Secretaria General de Gobierno durante la administración de Tomás Yarrington Ruvalcaba sino también fue titular de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) en el gobierno estatal de Eugenio Hernández Flores, entre otros cargos partidistas y en la administración pública federal.

          Y sobre todo sabe, bien que sabe: ¿quién es quién en el PRI en la entidad?, por lo que seguramente la envió el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, “para poner en orden en casa”, sobre todo después del fracaso que ha tenido la encargada de la dirigencia estatal Mayra Ojeda Chávez, quien luego de dar prácticamente un “golpe de estado” con el cuento de que no se le respetaron sus derechos políticos y partidistas, no pudo por su incapacidad y ambición reagrupar a los distintos grupos de priístas en la entidad.

          La permanencia de Ojeda Chávez al frente del PRI de Tamaulipas es cuestión de tiempo, ya que se requiere a una o a un dirigente estatal que tenga el apoyo de los distintos grupos de priístas en la entidad, incluso no se debe descartar la posibilidad de que numerosos operadores políticos regresen al tricolor después de darse cuenta de que no fueron valorados en Morena.

          A propósito, la designación de Paloma como delegada del CEN del PRI en Tamaulipas causó sorpresa en la clase política de la entidad, sobre todo entre los expriístas que están en Morena, incluso varios que fueron entrevistados recordaron aquel viejo refrán que dice: “para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo”, en clara referencia a la trayectoria que tiene la política tampiqueña en las filas del tricolor.

          Y es que el PRI en Tamaulipas no está para experimentar ante la crítica situación que enfrenta desde el 2018, sobre todo ahora que debe negociar tanto con el PAN como con el PRD para designar a las y los mejores candidatos a las 2 posiciones en el Senado, las 8 diputaciones federales, las 22 diputaciones locales y las 43 presidencias municipales que estarán en juego en la elección del 2024.

          Lógicamente, que las negociaciones no serán nada fáciles para Paloma, sobre todo sí pretende nominar a priístas en aquellos lugares en que el PAN y el PRD tienen mayor presencia porque se trata de ganar más cargos de elección popular el año próximo, sobre todo las dos posiciones en el Senado y las diputaciones federales con el propósito quitarle a Morena la mayoría en el Congreso de la Unión.

          Especialmente cuando el presidente López Obrador pretende seguir teniendo legisladores obedientes y sumisos, que no se atreven a “cambiarle ninguna coma” a las iniciativas de reforma del Poder Ejecutivo, ni siquiera porque el tabasqueño los ridiculiza ante la sociedad mexicana.

          Ejemplos hay muchos, pero sólo bastará mencionar que los legisladores de Morena y sus aliados, es decir el PT y PVEM, aprobaron anteayer 8 reformas en menos de 24 horas, puesto que no las pasaron a las comisiones legislativas correspondientes para ser analizadas y dictaminadas por la urgencia que tenían para obedecer la consigna presidencial.

          Entre las reformas que se aprobaron anteayer vía “fast track” se encuentra la extinción del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que tras su fracaso rotundo nadie se debería oponer a esta iniciativa presidencial, sin embargo, la situación cambia cuando esta responsabilidad se le transfirió al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuyo organismo también adolece de la falta de medicamentos, de equipos modernos para los diagnósticos, de médicos especialistas, entre otras carencias.

          Ahora las personas que no tienen seguridad social serán atendidas por el IMSS-Bienestar, por lo que la carga para el personal de esta institución se triplicará, especialmente si se hace realidad la versión que también deberán de atender a los migrantes que vienen de Centroamérica y van a los Estados Unidos.

          La diputada local Alejandra Cárdenas Castillejos del PRI tiene razón cuando señala que el IMSS-Bienestar no está en condiciones de otorgar un servicio de calidad, ni siquiera para sus derechohabientes, quienes se quejan de que miles y miles de recetas no se las han surtido, además de deben esperar varios meses para tener una intervención quirúrgica.

          En otro tema, luego de que el diputado local José Braña Mojica de Morena anunció que pondría una pausa en la búsqueda del apoyo popular para contender primero por la nominación morenista y luego por la presidencia municipal de Victoria, se generaron muchas especulaciones entre las filas morenistas.

          La primera versión señala que Braña Mojica no tiene el apoyo del gobernador Américo Villarreal Anaya, puesto que tiene supuestamente otro “gallo” para retener la presidencia municipal de Victoria.

          La misma versión indica que el “gallo” del mandatario estatal es nada menos que el actual secretario del ayuntamiento victorense, Hugo Reséndez Silva, luego de que quedó descartada por completo la pretendida reelección del actual alcalde Eduardo Gattás Báez.

          Y es que el mandatario estatal quiere rememorar, según la versión, cuando el ingeniero Américo Villarreal Guerra (QEPD) apoyó a Tito Reséndez Treviño para que fuera alcalde de Victoria en el trienio 1987-1989.

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