Reflector / Gilda R. Terán.

Sin duda alguna que en su comparecencia del pleno del Congreso del Estado Legislatura 65, El Secretario de Salud en Tamaulipas, con números detallados y su amplio informe de actividades en este primer semestre de la administración de la Transformación, rebasó expectativas de espíritu de servicio.

Y es que el servicio público para el Dr. Vicente Hernández Navarro, es una tarea en la que tiene muchos ayeres de ayudar a la ciudadanía,  entonces por lo tanto lo que sigue haciendo en esta encomienda de salud es solo perfeccionar y tocar puertas para llevar más alicientes a los que más lo necesitan.

Faltaría espacio para enumerar tantas tareas menesterosas en este sensible rubro, desde fortalecer programas permanentes de medicina preventiva, así como de arreciar en las campañas integrales de salud.

Así también hemos sido testigos de entregas de aparatos ortopédicos para mejorar la calidad de vida de quienes se encuentran en alguna condición de discapacidad que les permite hacer su vida cotidiana.

Solo por mencionar algunas ayudas bondadosas,  destacan la entrega un socket anatómico transtibial, tipo PTB para prótesis, así  como artículos del programa de acción auditiva, sillas de ruedas, en fin hay mucho por seguir haciendo en pro de la salud de los tamaulipecos.

Y en este mismo tema de velar por la salud de la ciudadanía con acciones preventivas, es una prioridad para el Gobierno del estado, tanto es así que el abatimiento contra el dengue es un programa permanente.

Y es que con estas medidas se pretende erradicar las enfermedades transmitidas por el vector como también hacerle frente al zika, y chikungunya, por lo que se intensificaran estas tareas preventivas.

Es por eso que la Secretaria de Salud no ha bajado la guardia, en el combate de estas enfermedades, y ha fortalecido las acciones de brigadistas, fumigaciones, en fin todo lo que concierne a las medidas precautorias para erradicar este mal.

No obstante, de los esfuerzos que hacen las instituciones de salud, es importante que la ciudadanía coadyuve con su aportación, al seguir las recomendaciones y sugerencias que les indiquen los brigadistas para mantener su entorno libre del dengue.

Como ya sabemos que entre las principales indicaciones son llevar acabo el descacharre, tareas de limpieza e higiene, no dejar objeto o recipientes con agua las cuales se puedan convertir en criaderos del temible mosquito aedesaegypti que es portador de estas pandemias.

Debemos considerar que la implementación de las jornadas de lucha contra el dengue, han demostrado que la participación y trabajo organizado de la sociedad no sólo es posible, sino que puede tener impactos en la disminución de la enfermedad.

“VIVIR DE APARIENCIAS, QUITA FELICIDAD”.

Hoy en día, el mundo  se presenta como un inmenso estadio en el que el orgullo de la vida, juega la gran marca de las etiquetas, de las formas de vida social, exhibición económica, en donde los participantes se despojan de su esencia personal, tan solo para competir en la aceptación del círculo social al que aspiran estacionarse.

Y esto se presenta como un combate duro, en el que a los hombres no les interesa tener, sino aparentar  cierto status en su vida personal, y todo esto solo para  proyectar una imagen en la que pretenden ser aceptados en ciertos grupos de la sociedad.

Y créame que el no lograrlo, produce en las personas entre otros malestares psicoemocionales  y físicos también, se pueden desencadenar estados de ansiedad, frustración y depresión, y todo esto es por la insuficiencia de la autoestima,

Verá usted, vivir de apariencias nos empuja a comportarnos como no somos, hace que optemos por ponernos un disfraz o muchas mascaras de acuerdo a la  ocasión o a la persona con quien nos encontremos, al final con esto solo tendremos cansancio y una sensación de un gran vacío existencial.

Vivir con la verdad nos hará sentirnos bien con uno mismo, y recuperar nuestra identidad que es fundamental ya que forma parte de nuestra esencia humana, ahí donde mora  nuestra individualidad, convicciones, virtudes y valores.

Y bueno aquí tiene mucho que ver el fenómeno de  las Redes Sociales; en donde en este escaparate  todo el mundo es feliz ahí o dice serlo, en el cual miles de personas  exhiben  una vida llena de éxitos, alegrías, satisfacciones y demás, cabe agregar que también comentan sus sinsabores.

Pero la verdad es que tengo dudas, y me pregunto: ¿luchamos por ser felices o por “parecer serlo”?  ¿No sería un desperdicio de tiempo luchar por una simple apariencia que de sólido nada tiene? ¿Por qué no orientar nuestra lucha hacia algo perdurable?

Hasta la próxima.

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