La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

Sin duda, el sur de Tamaulipas en los próximos años, será el centro de la disputa por el agua. Por razones geográficas, la zona conurbada más potente del estado, sentirá la presión que generará la posibilidad de que aguas arriba del río Pánuco, entre el gigantesco popote que podría llevar agua a Nuevo León.
Las élites nuevoleonesas fieles a su espíritu parasitario -toda la vida han vivido de los subsidios del Estado, desde créditos a fondo perdido hasta FOBAPROAS, pasando por un trato fiscal amigable- festejan a grito abierto el triunfo de haber llevado a esa entidad la fábrica de automóviles Tesla.
Ya pusieron el ojo en las aguas del norte de Veracruz y del sur de Tamaulipas.
Siguen pensando con el optimismo de siempre: si llegara a faltar el recurso hídrico, solicitarán al Gobierno federal, les resuelva el vericueto en el que ellos mismos se metieron.
Ya ocurrió, con las aguas de El Cuchillo.
El presidente Carlos Salinas, les autorizó manipular el curso de las aguas de la cuenca hídrica que dotaba aguas para consumo humano y para riego de los distritos agrícolas del bajo río Bravo. El resultado: recurrentes crisis ante la falta de ese elemento, que no llega porque los magnates nuevoleoneses no cumplieron con la instalación de plantas recicladoras que deberían regresar esas aguas a los ríos y canales que las conducirán para cubrir necesidades domesticas y agrícolas de los agricultores fronterizos.
Ya pasó con el FOBAPROA: centenares de empresarios regios, luego de darse la gran vida, entraron en cartera vencida con los bancos; el presidente Ernesto Zedillo les lanzó un salvavidas: les regaló miles de millones de pesos, que todavía pagamos todos los mexicanos, para luego volver a ver a los multimillonarios nuevoleoneses, regresar a la bonanza no por sus talentos empresariales, sí por su capacidad -rapacidad, sería el término preciso- para recibir prebendas del Estado que dicen odiar, porque el mercado es el dios de sus dioses.
Tesla mete tensión en la sociedad sureña.
En un futuro no muy distante, las aguas que benefician a San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas -alimentan múltiples vasos lacustres que dan empleo a miles de pescadores, y son el asiento de decenas de ecosistemas que le dan diversidad y riqueza a los recursos bióticos de esas regiones- serán el blanco de los empresarios de Nuevo León.
Volverán a la misma narrativa que tanto les ha funcionado. Dirán: “necesitamos agua porque de no tenerla, perderemos miles de empleos en Nuevo León y se creará una crisis económica”. Eso hicieron cuando quebró el Grupo Monterrey -hay que leer a Abraham Nuncio y sus puntuales análisis económicos sobre la sociedad nuevoleonesa de los años 70 y 80-: suplicaron por créditos blandos para salir de la crisis y salvar a gigantescas empresas como Vidriera, Fundidora y Cervecería.
En realidad, esa estrategia, nunca fue -ni ha sido- para repartir la riqueza; al contrario: el objetivo de esos emprendedores de ficción, ha sido el mezquino acumulamiento para si, del producto del trabajo, y el capital que los gobiernos le han donado a pasto por diversas rutas.
Existen algunas voces tamaulipecas que ya promueven la construcción del acueducto Pánuco-Monterrey.
No saben, lo que dicen ni lo que hacen.
Los millones de metros cúbicos que requiere Monterrey para sostener su planta productiva industrial, generará uno de los ecocidios más dramáticos que se tenga memoria en el triángulo SLP, Veracruz y Tamaulipas.
El sistema lagunario, del cual se nutren las redes de agua potable de Tampico, Madero, Altamira, será invadido por el agua salina proveniente del mar. Lo mismo podría ocurrir con el entramado de lagunas del norte de Veracruz y San Luis Potosí.
Otra eventualidad: al bajar los niveles del flujo de las aguas del Pánuco, el mar podría ganar terreno sobre las aguas ribereñas.
Los expertos, ya deberían estar haciendo estudios sobre el impacto de esa posibilidad que cambiaría -para mal- la vida a los tamaulipecos del sur.
¿Caerán la IV T y su líder en el cíclico, como refinado, chantaje de las élites de Nuevo León?