El Patinadero 

Juan Antonio Montoya Báez 

Todavía busca engañar a sus jefes y patrocinadores, asegura que salió victorioso y con una votación histórica, pero eso está lejos de la realidad. 

Por principio de cuentas, debemos establecer que mintió de manera descarada, que su votación histórica, está muy lejos de eso, por principio la cantidad de votos que obtuvo como candidato a Senador, quedó muy por debajo de 40,000 sufragios de los comicios del 2021. 

Un segundo punto, es que su mal entonada canción de que convirtió al PVEM en la “tercera fuerza política” es una falacia, otra vez queda descubierta la triste realidad que fue, es y serán los verdes 

la 5ta. fuerza en Tamaulipas, pues al final quedaron debajo de Morena, PAN, PRI, PT. 

Un elemento adicional, pero muy importante es que el partido del Movimiento Ciudadano cobardemente no participó en la elección reciente, porque si así hubiera sido, ocuparían hasta el sexto y penúltimo lugar. 

El PVEM quedó muy lejos de la encuesta que mando hacer de manera tramposa y que publicitó donde aseguraba que obtendría por lo menos el 27 por ciento de la población. Su leyenda como asesor y consultor rodó por los suelos, ni siquiera sus mentiras cuajaron, fue una gelatina defectuosa. 

Algunos de sus empleados fueron contratados para difundir sus mentiras y fraguar sus mensajes. Por ejemplo, mandó a su representante a la sesión de instalación del proceso electoral, aduciendo que por primera vez llegarían al doble dígito en el estado; sin embargo, el resultado permanece en una sola cifra.  

Podrá argumentar que la escasa participación electoral le dio un resultado muy bajo, pero la realidad es que ¡sólo para eso le alcanza! a pesar de que contó con 5 veces más presupuesto, por lo menos, que los años anteriores.  

Hoy en día y desde enero, cuenta con prerrogativas de $1,000,000 mensuales, aunque asegura que no tiene dinero. A lo anterior añádale que sigue exprimiendo a sus patrocinadores, que engañó a muchos diciendo que él era el candidato oficial y que contaba con el respaldo de actores políticos de suma importancia, los cuales con el paso de los días se desmarcaron de MUÑOZ. 

Se dice aliado de la Transformación, pero fue el primero que los traicionó al perseguir su proyecto personal, en lugar de seguir apoyando al gobernador y al proyecto llamado Tamaulipas. 

El Partido del Trabajo le demostró con resultados que aún y cuando MANUEL los hizo y hace menos, ellos saben trabajar y ser leales. Lo que demuestra por qué hoy se perfilan como la tercera. fuerza política en Tamaulipas. ¡Hasta el PRI sigue mejor posicionado que el mal logrado MUÑOZ!. 

En esa rueda de prensa, al final de la jornada electoral, MUÑOZ demostró su verdadera cara: Sólo ve por MANUEL, luego por MUÑOZ y después por CANO. Para él sólo existen sus proyectos personales, pues únicamente habló de una buena votación en Victoria y se enfocó sin más en la capital tamaulipeca.  

MUÑOZ sigue siendo MUÑOZ, él y su club, sólo eso, no suman y como siempre, restan. 

En este proceso, MANUEL se encargó de destripar al Verde, lo dejo herido, demostró su poca capacidad como operador, debe comprender que no es lo mismo atrás que en ancas, cuando triunfó en el pasado fue con la fuerza y dinero de un partido en el poder, no por su estrategia. 

Claro, pueden decir todo lo que quieran, pero con un millón de pesos mensuales para manejar un partido a criterio personal bien que vale la pena. Hoy busca unir todas las partes, pero como a los malos mecánicos le están sobran tornillos. 

Bueno, por hoy es todo. 

Adiós y aguas con los patinazos… 

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