Opinión pública

Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Y aquel que les platiqué, el innombrable, muy
afecto a las redes sociales, esta vez guarda silencio sepulcral sobre la
derrota de su pupila al Senado.
Pasan los días y ningún comentario. Mudo igual el hombre de su
confianza, Gerardo Peña, todavía diputado federal.
Ellos ¿quién más? decidieron sobre la candidatura, inhibieron la
campaña, tiraron la toalla cuando sabían que no ganarían. No le metieron
dinero ¿para qué?.
Fuera de una tímida declaración de prensa, el gerente estatal celeste,
Luis René Cantú, no ha escrito una línea de la derrota. Perdieron con
diferencia de más de 290 mil votos, en una elección en que la participación
ciudadana fue en promedio del 22 por ciento.
Menos ha tomado la palabra el otro eslabón, el del sur, César Augusto,
poco acostumbrado a los medios electrónicos.
Son los culpables de la derrota panista y los reclamos hacia el interior no
se hacen esperar. Las corrientes quieren una limpieza total, barrer la basura
que heredaron los Cabeza, comenzar de cero para tratar de alcanzar la
confianza ciudadana.
Primero tendrían que pedir perdón al pueblo de Tamaulipas por tantos
males que hicieron, que no lo harán por el orgullo que se cargan. Les
espera un futuro de derrotas.
Con su candidata Imelda Sanmiguel no ganaron uno solo de los 9
distritos electorales federales y 22 locales. Los arrolló un tráiler guinda y el
escenario pinta para repetirse en el 2024.
Sin líderes visibles, estructura ni simpatizantes –los afiliados son un
puñado-, para junio del 24´ podrían perder hasta el registro.
Francisco Javier no dejó crecer cuadros, desalentó la participación
interna y reprimió a las voces discordantes como Carlos Canturosas y
Leticia Salazar Vázquez, por señalar los ejemplos de Nuevo Laredo y
Matamoros, sin olvidar a Maki Ortiz, de Reynosa.
Un somero análisis nos permite saber que no tienen figuras ni estructura
como para ganar senadores el año venidero, diputaciones ni presidencias
municipales. Todo perdió el PAN. No le irá bien.
Incluso cayo el mito “Chucho” Nader, alcalde de Tampico, del cual tanto
presumió el partido azul por el control que llegó a tener sobre el “voto duro”
en las colonias proletarias ¿con qué cara va a exigir la próxima candidatura
al senado? (la de varón). Era el orgullo del grupo compacto.

Para que Don Cachorro Cantú, jefe estatal celeste, le vaya tanteando el
agua a los camotes, en el municipio porteño su partido conquistó 18 mil
ciudadanos frente a 34 mil guindas.
Y el ex candidato al gobierno, Truko Verástegui, no tendrá cara para ir a
exigir la candidatura –senador- cuando casi pierde su municipio, y entregó a
Morena la capital cañera, El Mante.
Otros del cuadro chico perdieron en las elecciones del 2021, como es el
caso de Enrique Rivas Cuéllar, ex alcalde de Nuevo Laredo, y Arturo Soto
Alemán, en Victoria. Mordieron el polvo cuando iban camino al Congreso del
Estado.
En el afán de ganar (numéricamente) posiciones pidieron prestados
candidatos ¿son de ellos Yahleel Abdala Carmona y Oscar Almaraz Smer?.
No aparecen como militantes y, si saben que van a perder, lo más probable
es que pongan pies en polvorosa. Son gente convenenciera.
De otros ex priístas, seguro que Checo Guajardo y Tino Sáenz no
querrán saber nada del PAN en las diputaciones federales -o locales-. La
lana del gobierno de acabó.
Por cuanto a los municipios, ya no se prestarán tricolores que llegaron a
comer de la mano azul como Lupe Saucedo, en Jiménez, o Saúl Muñoz, de
Tula.
Ya para cerrar el tema ¿cómo van a impugnar una elección que
perdieron con diferencia de 290 mil votos?. No es menos del uno por ciento
sino ¡del 300!.
El Gobernador Américo Villarreal sostuvo este martes conferencia de
prensa. Hizo un resumen de la gestión y realizaciones en obra pública que,
en los primeros meses de su gobierno, ya son una realidad.
Recordó las palabras de López Obrador, allá por los inicios del sexenio,
cuando dijo que “nos dejaron un elefante echado, reumático y mañoso”, en
referencia al gobierno.
Pasó lo mismo en Tamaulipas donde “el elefante se ha levantado”, y
poco a poco la 4T avanza con obras y acciones de proyectos de inversión
autorizados y en marcha por 28 mil millones de pesos, una cifra histórica
“como nunca antes”.
Mencionó desde la Aduana de Nuevo Laredo (oficinas centrales) al
Puerto del Norte (Matamoros), líneas de conducción de la CFE,
construcción de hospitales y obras hidráulicas.
Aparte, el Congreso del Estado sesionó el martes en que la
coordinadora parlamentaria, Ursula Patricia Salazar, hizo una demostración
de su rápido aprendizaje sobre el tema. Sacó adelante la reintegración de
Comisiones y Comités legislativos en que la mayoría son morenos.
Siguen determinando las Comisiones Instructora y de Vigilancia de la
Auditoría Superior, que las pueden necesitan en cualquier momento para
seguir devolviendo la constitucionalidad a Tamaulipas.