Reflector/ Gilda R. Terán.

Debido a que pueda haber un repunte de contagios del COVID 19 en estas temporada decembrina, y más aún   que en otros estados del país, se han presentado a la alta y con dos modalidades, se vuelve obligatorio el uso del cubre bocas.

Esta nueva  disposición de medida preventiva entra en vigor a partir de este 16 de diciembre en lugares como hospitales, centros educativos, guarderías, espacios  conglomerados, transportes públicos, restaurantes, centros comerciales entre otros.

El Secretario de Salud Vicente Hernández Navarro, hace la exhortación a la población para que no baje la guardia con todas las medidas sanitarias ya dadas a conocer para que se lleven a cabo y tengan alguna protección contra esta enfermedad.

Es bien sabido que estas indicaciones corren a partir desde usar el cubre bocas, lavado y desinfección de manos, uso de gel antibacterial,  no estar en lugares conglomerados, evitar el contacto con personas enfermas, en fin es toda una seria de instrucciones que se ha dado a conocer.

Y aun estando vacunados, no bajemos la guardia sigamos cuidándonos con todas las medidas preventivas antes citadas por las autoridades sanitarias, este mal aún no termina, y un  rebrote puede llegar con más fuerza.

 Y por supuesto que esta pandemia ha expuesto muchas fragilidades desde la lucha por la vida, así como hacer frente al factor económico, y bueno creo que aun en estos desastres sale a flote la solidaridad humana.

Ya que en estos días difíciles, no se restringe el corazón humano para poner en práctica los valores, virtudes como la generosidad, un mismo sentir en el dolor, en fin tantas acciones en donde la empatía es el principal ingrediente.

“ENFRENTANDO DÍAS GRISES”.

Indudablemente que en este efímero viaje por la tierra, en ocasiones los días soleados se convertirán en grises, porque circunstancias adversas, atropellarán  a nuestro verdadero espíritu.

Y sin más preámbulo, la vida nos sorprenderá con socavones profundos, en el que parecen sumergirnos sin tocar fondo, dando por hecho que esta sensación de estar en el vacío, pueda mermar nuestro sentido existencial.

Y es que cuando las circunstancias negativas nos acompañan durante una larga temporada y no se marchan, y aun teniendo la esperanza que todo pasará, es lógico que nos concibamos derrotados y con déficit de fuerza para continuar adelante.

Consideremos que la vida no es como otros la pintan, es como usted la colorea,  porque será siempre nuestra actitud la que actúe como el mejor pincel, ese capaz de ofrecernos tonalidades de luz cuando más lo necesitamos.

Algo que me queda claro es que la existencia puede ser muy oscura en cualquier momento, lo sabemos, tal vez lo hemos vivido,  sin embargo, lejos de claudicar, debemos de enfrentar, para elegir los mejores colores con los que pintaremos nuestro horizonte.

Sin embargo, todos tenemos un modo muy particular de dar color a nuestra cotidianidad, me refiero a nuestra actitud para encarar los claroscuros de este diario vivir,  y es que según la psicología podemos echar mano del manejo de las emociones.

Pues se llega el tiempo de activar la resiliencia, este citado entrenamiento consciente y constante para enfrentarnos de forma positiva a las situaciones adversas, actúa como un muelle que impulsa la vida.

Es decir, es el arte que nos confiere cierta sensación de control frente a las dificultades, de tal forma que lejos de quedar eternamente desvalidos por la gama de episodios que nos generen a veces dolor, angustia y desánimo, tengamos la oportunidad de elegir tintes nuevos con los que se puede dar forma a nuestro existir.

Nos vemos hasta la próxima.

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