A casi dos semanas de campañas, en San Luis Potosí se observa una guerra suigéneris de estrategias, donde los protagonistas no responden al simplismo de una lógica predecible.
Sobre todo, porque, él que ya se acredita como puntero en las encuestas, el candidato del Partido Verde y del Partido del trabajo, Ricardo Gallardo, está llegando de atrás para alcanzar y superar al panista de la alianza PAN-PRI-PRD, Octavio Pedraza y a la abanderada de MORENA, Mónica Rangel.
Obviamente lo que está ocurriendo en el altiplano potosino, no es producto de la casualidad, y responde a factores perfectamente visibles, que los gallardistas han sabido puntualmente capitalizar.
Al parecer, la candidata morenista Mónica Rangel y el panista Octavio Pedraza están entrampados en una misma placenta sexenal, donde uno a otro se está anulando.
Mientras esto sucede, se sabe que el gobierno de la Cuarta Transformación no olvida el favor que le dispensó el entonces diputado federal Ricardo Gallardo, cuando con ocho diputados más, se sumó a la bancada obradorista, para garantizar la mayoría calificada en la Cámara Baja.
Pero veamos el actual escenario político potosino:
Para empezar, la candidatura del senador azul, Pedraza Gaitán, no dejó muy contentos a muchos integrantes del voto duro priista, operadores históricos de un priismo que, en su momento sufrió los señalamientos y deslindes de quien en su momento se sentía un panista químicamente puro.
Con casi tres décadas de militancia en Acción Nacional, OPG siempre vio al priismo potosino como sinónimo de desaseo y de corrupción. Siempre les hizo el fuchi, y su mayor orgullo es que “nunca cambié de cachucha”.
Pero, si la candidatura de un panista fifí provocó que amplios grupos priístas, abandonaran a su partido, el caso de MORENA es todavía más escandaloso, pues la candidatura de Mónica Rangel, ex secretaria de Salud del actual sexenio derivó en una estampida de cuadros políticos de renombre.
Personajes prestigiosos de la izquierda potosina como Leonel Serratos, el exdirigente panista Héctor Mendizábal, se mencionan otras personalidades como el exalcalde priista Everardo “Pepe” Nava, se están sumando con El “Pollo” Gallardo.
Se está gestando toda una erosión de morenistas, panistas y priistas, hacia el caudal del Partido Verde y de la candidatura de Gallardo.
O sea que, mientras el vientre variopinto de la alianza PAN-PRI-PRD se desgarra y sucede lo mismo con MORENA, en todo el territorio potosino, (Santa María del Rio, Valle de Guadalupe, ciudad Valles, Tamazunchale, Matehuala y la misma capital del estado) se están poniendo sumando al gallardismo.
Pero…quien es el estratega, el jefe de campaña que, junto al candidato del Verde a la gubernatura potosina, ha logrado ya a estas alturas, ganarse un prestigio y un lugar importante, entre los operadores políticos del país, ¿en lo que ya se califica como la mega elección de junio?
Se trata de Cesar García Coronado, un joven político surgido de la cantera tamaulipeca, hijo de familia modesta, y con un profundo conocimiento de la psicología popular, puesto que en ella se forjó. Y de esa llanura social adquirió la sorprendente pericia que ahora tiene.
El pasado nueve de marzo, el nombre de Cesar García Coronado, (el chavo inquieto que 10 o 15 años atrás, aprovechaba su tiempo libre para jugar en las canchas del futbol rápido victorense, y demostraba una singular habilidad para irse a gol), fue mencionado en una columna política del diario El Universal, colocándolo ya en los espacios de las grandes ligas de la política nacional.
En la columna titulada “San Luis Potosí, el otro Pacto”, el columnista Roberto Rock, describe el escenario donde el Partido Verde, podría estar jugando en una estrategia de arropamiento, con el aval del presidente AMLO y de la dirigencia nacional de MORENA, para que Ricardo Gallardo sea el próximo gobernador de la entidad potosina. En esa colaboración, destaca la participación del Coordinador de campaña, Cesar García Coronado.
San Luis Potosí, (un estado cuyo nacimiento, según los historiadores, surgió durante el virreinato para abastecer las crecientes necesidades en materia de mercancías que requería el imperio minero de Zacatecas), es ahora el teatro de operaciones proselitistas, donde el famoso Cesarón, está alcanzando un rango de General de cinco estrellas.
Pareciera que los astros se le están alineando al Partido Verde y a su candidato a la gubernatura, Ricardo Gallardo Cardona. Pero, desde luego que, no se le puede regatear enorme mérito al trabajo del coordinador político, sobre el que recae la responsabilidad de la campaña.
Al Cesar, lo que es del Cesar.
—–NUEVO DELEGADO DE GOBERNACION EN TAMAULIPAS—
La llegada del abogado Ricardo Rodríguez Martínez como delegado de la Secretaría de Gobernación en Tamaulipas, me parece que es garantía de que, los intereses del gobierno de a república y del Presidente Andrés Manuel López Obrador, están bien garantizados.
Rodríguez Martínez, hijo del político tamaulipeco Jaime Rodríguez Inurrigarro, pertenece a la vertiente de Ricardo Monreal Ávila, y con solo mencionar este nombre, sabemos de antemano que se trata de uno de los más firmes y poderosos aliados del Presidente AMLO, y de su llamada Cuarta Transformación.
Dentro de la 4T, y obviamente después delPresidente de la república, Monreal es el político del régimen morenista más confrontado con el actual gobierno del panismo-cabecismo.
En este contexto se inscribe el arribo de Ricardo Rodríguez, La lectura es inequívoca: ya no habrá ningún funcionario federal a modo, y menos el de la política interior. Otra lectura, pero de mayor plazo, es que este nombramiento pudiese obedecer ya a la avanzada de lo que se perfila como la próxima gubernatura morenista en Tamaulipas.
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