El Fogón…

Por: José Ángel Solorio Martínez.-

Ciudad Madero, Tamaulipas, es el único sitio donde los morenistas tamaulipecos, han resuelto con prestancia y armonía. Sin sobresaltos, sin aspavientos, dos de los principales actores de ese municipio se sentaron a dialogar y llegaron a acuerdos que permitirá al lopezobradorismo seguir en control de ese estratégico enclave sociopolítico.
En efecto.
El alcalde Adrián Oseguera Kernión y el diputado federal Erasmo González signaron convenios –tácitos, se entiende– para que la paz morenista sea con ellos.
¿Qué efectos tendrán en el corto plazo esos acuerdos?
1.- Garantiza la continuidad de MORENA en el mando del Ayuntamiento, la diputación federal y la diputación local. Como partido, los seguidores del Presidente Andrés Manuel López Obrador, traen más del 70 por ciento de preferencias ciudadanas. Casi 35 puntos arriba del PAN, y más de 50 sobre el PRI. A juicio de esas mediciones, ni sumando los caudales electorales de todos los partidos –¡Incluyendo el siempre importante rubro de las abstenciones!– superan al morenismo maderense.
2.- Con los consensos sumados por Erasmo González, desde su arribo al importante cargo en el congreso que le dejara Alfonso Ramírez Cuéllar y le entregara Mario Delgado, lo que parece será la fórmula –alcalde-diputación federal– ganaran de calle. Otro elemento que obligó a esos pactos, fue el mandato externado por el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, para que los diputados federales vayan por la reelección. (La medida, se explica, ante la proyecto de Delgado de seguir manteniendo el sólido y compacto grupo de legisladores que creó desde la coordinación en la Legislatura que corre. Se suma a esa necesidad del dirigente nacional, la frágil llegada al CEN. ¿Qué liderazgo sería el de Mario, con una presidencia acotada, y un diezmado grupo de diputados?).
3.- Galvaniza la presencia de Oseguera Kernión en la región. Su poderosa estructura –desde el Ayuntamiento y desde el CDM de MORENA que es el único comité articulado en la entidad– apuntalará los anhelos de Erasmo para conseguir su reelección con una relativa facilidad y con una sangría presupuestaria –para él– casi inexistente.
4.- Se destensa el escenario municipal. Algunos seguidores de Erasmo, se la creyeron, y se escurrieron de la red de mando de Oseguera. Y en un afán protagónico, intentaron confrontar. Es el caso de Adrián Cruz; fue a guarecerse a la sombra de Erasmo e hizo intentos por erosionar la retícula social de Oseguera. Con el pacto entre mariscales, la infantería se enfría. Queda en el camino, Cruz, el ex funcionario oseguerista y aparece como actor emergente el Golden Boy, Claudio de Leija.
4.- Este abrazo petrolero, manda un mensaje de institucional al morenismo del sur de Tamaulipas. De igual forma, es un llamado de alerta para que los diferentes liderazgos de MORENA en el estado, tomen el camino de la institucionalización que tanto necesita su partido. Lo relevante de esa decisión, es que tanto Oseguera como Erasmo, llegaron por si mismos al convenio –es decir: sin la interlocución directa de representantes del CEN de MORENA– lo que habla de la presencia en el sur tamaulipeco de actores del lopezobradorismo que privilegian el diálogo y el acuerdo como instrumentos de la política. Y eso, hace décadas que nuestros ojos no veían.
5.- Deja una lección para los personajes que buscan aparecer en la boleta por la gubernatura el 2022. El acuerdo Miramar, es un esfuerzo que debe ser tomado en cuenta por Américo Villarreal Guerra, Rodolfo González Valderrama, Héctor Garza González, Adrián Oseguera y otros de menor calado, para ir delineando una estrategia convergente, unitaria. La tarea para ese toral año tamaulipeco, es de dimensiones aún no ponderadas a cabalidad por esas personalidades de la Izquierda regional.
Por lo pronto el Pacto Miramar, ahí está.
Cada quien, saque lo que le convenga y le interese…