ENRIQUE RIVAS CUELLAR, Alcalde de Nuevo Laredo, informo en la reunión semanal del Comité Municipal de Salud que este año se suspenderán en ese municipio las peregrinaciones a la Virgen de Guadalupe.   

No es cuestión de falta de fe, ni actuar en contra de la iglesia católica y sus feligreses, es de prevención, cuidar la salud de los neoladerenses, evitar que se tengan grandes concentraciones de gente y luego se tenga multiplicación de contagios de COVID-19.   

Al suspender las peregrinaciones religiosas al igual que las kermes  se apegan al decreto estatal que establece que por la contingencia sanitaria en Tamaulipas se extendió hasta el 31 de diciembre y esas actividades, entre otras, no podrán realizarse este año.   

“No existen las condiciones sanitarias para llevar este evento. No hay permisos para las peregrinaciones, no se puede concentrar la gente fuera de la iglesia, debemos privilegiar la salud y el cuidado de las familias de Nuevo Laredo”, dijo RIVAS.   

Y la verdad es que tiene razón, pues seguramente ni la iglesia quiere que en esta ocasión los devotos arriesguen su salud en una peregrinación.   

Cierto es que para muchas personas las peregrinaciones son aprovechadas para pagar mandas, darle gracias y demostrarle amor a la Guadalupana, pero esta ocasión la devoción se tendrá que llevar en el corazón, desde el hogar rezarle a la virgencita con emoción para luego no molestarle implorándole sanación.   

Pues el COVID asecha en cualquier lugar, no respeta edad ni condición social, razón por la que creyentes o no en la fe católica, en la virgen de Guadalupe, nos debemos de cuidar para luego de hospital en hospital no peregrinar.  

Aparte de apegarse al decreto la cancelación de las peregrinaciones en Nuevo Laredo no fue una decisión solo del gobierno se consensó con el representante de la iglesia católica, se cuenta con el apoyo de la Diócesis de ese municipio, administración municipal e iglesia hacen comunión por el bien de la población. 

El Señor Obispo  ENRIQUE SANQUEZ también esté consiente que este año la religión puede aguardar para la salud de los creyentes de Nuevo Laredo cuidar y que el virus no se vaya a multiplicar. 

En fin, la situación es que allá en Nuevo Laredo ya quedaron suspendidas las peregrinaciones religiosas para evitar concentración de gente y contagios de COVID-19.  

Este año es mejor la disposición acatar, desde el hogar a la Virgencita rezar y la salud cuidar porque para los contagiados de Coronavirus en hospitales es un peregrinar.