Mis datos…

Por: José Ángel Solorio Martínez.-

¿Qué pasó con el diputado Salvador Chava Rosas, quien punteaba como candidato panista a la alcaldía de Nuevo Laredo, Tamaulipas?
¿Qué eventos, ocurrieron para que cayera del ánimo del dirigente real del panismo tamaulipeco?
¿Qué pifia se le endilga a Chava Rosas para que lo haya reemplazado otro cuadro azul cuando estaba amarrado?
El evento que oscureció el futuro de Chava en ese puerto fronterizo, fue el beso del Guasón. Sin duda, así sucedió. En su cándida visión de la política tamaulipeca, hizo una visita al Oficial Mayor de la Segob, el morenista Héctor Garza González.
En su inocente mentecita, pensó que eso no tenía nada de malo.
Hasta presumió en las redes sociales, una fotografía con el encumbrado reynosense.
Como dicen en la frontera: se le cayó el cantón.
Él, en su retícula neuronal no es capaz de registrar que esa reunión fue vista como una traición al panismo regional. Más evidente, porque Garza González, se inserta en el escenario regional como precandidato a la gubernatura bajo el amparo del lopezobadorismo.
Es decir, ese retrato, mandaba inequívocos mensajes: Rosas, aprueba el proyecto del Guasón; o viceversa: el Guasón apoya a Chava. Envenenada circunstancia: no hay salida amigable para el precandidato a la alcaldía nuevolaredense: o traiciona al jefe del panismo tamaulipeco, o pretende irse por la libre si el PAN no lo elige candidato.
Bajo esas circunstancias, que de raro tiene:
1.- Que el Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas (IEETAM), haya sancionado económicamente a Chava por actos anticipados de campaña. O sea: la sombra del primer panista de la entidad, ya no lo protege. (Digamos que otros panistas, fueron exonerados ante esa misma denuncia y casi recibieron felicitaciones de la autoridad electoral).
2.- Que el alcalde Enrique Rivas, esté promocionando a los otros diputados locales de Nuevo Laredo y esté soslayando al cuasi-infractor electoral Chava.
3.- Que el PAN estatal haya re-direccionado su apoyo al diputado local Félix Moyo García, dejando en el olvido a Chava.
La ingenuidad no es mala en política.
Lo malo, es que se te note.
Paradigmático, caso el de Chava Rosas.
Didácticamente ilustrativo, para la emergente clase política tamaulipeca.
Como dice el albur:
Chava iba en punta…
…pero se le está yendo hasta lo más profundo, su sueño.