Los embates de la pandemia, están poniendo a prueba, no solo al poder federal y a los gobernadores, sino también  a las células de la administración pública y el gobierno, como son los ayuntamientos.

En este sentido, resulta  interesante observar el desempeño de estos últimos, y de manera especial, evaluar con que cantidad de capital político  y social, se encontraban, y como han  estado  manejándose,  en el ojo del huracán.

  Llama la atención el caso específico de ciudad Madero, donde  el alcalde  Adrián  Oseguera apareció  recientemente en un video, en el cual anuncia apoyos para los comerciantes  más  desprotegidos  de ese municipio. Y lo hace de  una manera categórica, y con suficiente autoridad pues se ve respaldado por todos los regidores del cuerpo edilicio; o sea los representantes populares de todos los partidos. A  eso se le llama tener oficio político, y vocación para gobernar de una manera incluyente y democrática.

  Sin duda que, ya desde ahora, este empresario maderense que llegó al cabildo desde atrás   e imponiéndose a toda un serie de adversidades, que muchos veían insuperables, hoy en plena crisis sanitaria por el Coronavirus, Oseguera vuelve a mostrar temple, carácter y entereza, para mantener unido a su pueblo. La autoridad moral y el trabajo en equipo, cuenta mucho en estos casos. En su video más reciente, el alcalde Oseguera Kernion,  habla de frente a los maderenses, señalando que con fortaleza  y unidad  siempre han salido adelante.  Dicen que la fe mueve montañas, y en estos  días santos, creo que los maderenses y su alcalde, tienen la suficiente fe en Dios, aunque responsablemente,  cada familia vive la religiosidad desde sus casas. Así como ellos, otros pueblos tamaulipecos, también buscan enfrentar a su manera el problema.

  Por lo pronto, en Madero, el cabildo oseguerista no se duerme en sus laureles, y  este domingo  de ramos, se  llevó  a cabo una  supervisión en materia de protección civil,  en  las iglesias,  con el propósito de corroborar  las  respectivas medidas  preventivas, por  el COVID-19.

  En algunos casos, se dijo que  las iglesias  cerraron, y en aquellas que permanecieron  abiertas, se  cuidó  que contaran con insumos como gel antibacterial y se evitaran los ingresos masivos.

——- EL NORTE  Y EL SUR  TAMAULIPECO, LOS MÁS AFECTADOS POR LA PANDEMIA—-

  Como  era de esperarse, la frontera  tamaulipeca y sus principales  municipios, figuran  como los  más afectados  por  el contagio del COVID-19. El municipio de Reynosa tenía hasta este domingo,  siete casos, le  sigue  Matamoros  con seis, Nuevo Laredo con cinco  y Rio Bravo con dos.

  En el sur, Tampico  registra  10 casos,  seguido por Madero con cinco y Altamira con un caso. Mientras que  en el centro y la zona huasteca, hasta ahora, se informa que Victoria  tiene un caso  y Mante un caso.

—–SE  MODIFICA  EL 2021 EN TAMAULIPAS–

      Existe un escenario general y  una realidad  específica en cada uno de los estados del país. Aquí en Tamaulipas,  el tema nacional pasa por una especie de confusión donde el voto duro obradorista surgido del 2018, muestra tendencias a la  erosión, pero no para irse al PAN, sino para engrosar las largas filas del escepticismo y la desconfianza hacia todos los partidos.

    La gente no sabe que hacer, ni que decisión tomar. Y lo que se observa es que están esperando los desenlaces  de la pandemia, para ver a quien  de los dos partidos con power, (PAN y MORENA), castigan con mayor rudeza.

 Sin embargo, en lo concerniente al territorio local, la  ventaja,  juega  a favor  de la cancha cabecista, porque los azules tienen pleno control sobre  la mayor parte de la geografía estatal, y como todos ya sabemos, se están preparando para operar  de la manera acostumbrada.

    Antes de  que apareciera  la pandemia, el análisis  era en el sentido  de que, una votación masiva tipo 2018, sin duda  le haría daño al PAN. Pero hoy vemos como  los estragos políticos  del COVID-19, están  restándole popularidad al Presidente, lo cual podría contagiar  a los candidatos morenistas a  las diputaciones federales.

  Esta circunstancia torna más urgente la necesidad  de que los abanderados de MORENA, el año próximo,  sean realmente figuras con arrastre ciudadano, porque si van  a enviar una versión, parecida a la de las diputaciones locales del 2019, ya desde ahorita están fritos.