Entre Nos…

Por: Carlos Santamaría Ochoa.-

 

Como era de esperarse, se ha regresado al ciclo escolar y con ello, los congestionamientos fuera de las instituciones educativas de gente sin conciencia, justificando su falta de probidad con el “tantito” o el “no me tardo” de siempre, propiciando que el tráfico se vuelva intransitable, ante la presencia nula de los agentes de Tránsito y la falta de autoridad que padecemos en Victoria capital del estado de Tamaulipas.

Miles de automóviles propiciaron este caos vial en las escuelas, y aunque antes era característico de ciertas instituciones, por el nivel económico de sus integrantes, hoy en día, con la permisividad existente ante la adquisición de vehículos chatarra de contrabando, ilegales y fuera de todo orden, que manejan personas que ni idea tienen lo que es un volante, mucho menos lo que es la ley de tránsito, esa que nos han dicho, se tiene que respetar y que se supone, algunos agentes cobran por hacerla valer.

Utopías de una administración sin autoridad, sin calidad moral y sin ganas de hacer las cosas. Nos recuerda a aquel agente que no actuaba fuera de una escuela y al ser exigido dijo: “es que no me hacen caso”, argumentando así su falta de competencia y la ineficiencia de los resultados a su pobre acción.

Recordamos hace algunos años cuando las escuelas participaban con padres de familia o alumnos en las jornadas de educación vial, y funcionaron parcialmente, porque finalmente, a algunos les daba cierta vergüenza ver que sus hijos procuraran mantener el orden.

La problemática de las escuelas se incrementó con la permisividad de la autoridad de solapar vehículos extranjeros ilegales sin más requisito que haberlos pagado. Decíamos que hoy, cualquiera puede traer un carro, y algunos enemigos de la lçogica dicen que es justo, a lo que asumimos una postura similar, siempre y cuando se respeten los ordenamientos que pueden afectar a los demás.

No deberían afectar a terceros, y, sobre todo, son personas que no portan licencias de conducir y no aprendieron a manejar bien, por lo que los choques se incrementan en un porcentaje importante. Y siguen existiendo puntos neurálgicos de tráfico que no hemos podido resolver como comunidad, como son los que se refieren al Centro Universitario y el vado famoso, donde la gente no cede nada y se forman embotellamientos terribles.

Ya ahí hace falta una conciencia total de parte de los automovilistas.

Y bueno, el ciclo inicia con expectativas para nuestros hijos que, desgraciadamente tendrán más fácil su curso, al ordenarse a nivel nacional que no haya reprobados, logrando con ello que los muchachos se apeguen menos al estudio y puedan flojear más a gusto, sabedores que de hecho, están aprobados ya de antemano.

En ese sentido, haríamos la petición a los padres de familia para que se acerquen más a sus hijos, y no tomen esa prerrogativa absurda que les han dado, y logren que sus hijos entiendan las lecciones, las lecturas y operaciones y todo lo que se pueda, en aras de lograr un muy buen resultado sin la necesidad de saberse aprobados por la casualidad oficial.

Las escuelas están llenas mañana y tarde, y esperamos que los cambios que pudieran darse se lleven a cabo en perfecto orden y que todo mundo salga beneficiado.

Esperamos un ciclo donde haya buenos resultados, y que nuestros hijos y alumnos tengan desarrollo adecuado, que no haya motivos para arrepentirse de nada, y realmente la medida sirva para mejorar los niveles de nuestros hijos.

Entonces, concentrémonos en el tráfico y tratar de no estorbar, de no molestar a los demás, y en el aprovechamiento de cada alumno, que tenemos que enseñarles que nunca estarán solos en cuanto a apoyos se refiere, pero el esfuerzo y el entusiasmo corresponde a cada uno de los chicos que estudian el ciclo escolar presente.

¡Avino, Que comienza la fiesta escolar!!!

Pareciera información ya trillada pero no

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