COLABORACIÓN DE, CESAR MOISÉS AGUIRRE TRIGOS…

Observo tristemente y desilusionadamente como las leyes y nuestro sistema de justicia en el caso de los padres divorciados o separados, está más del lado de la madre que del padre y lo mas terrible es ver cómo toman de rehenes a los hijos muchas madres para presionar, exigir, chantajear al padre, tal pareciera que un hijo tuviera un costo tan bajo como el mínimo porcentaje de pensión alimenticia, $1800, $1600, $1200, 15%, 10% de cuanto lo quiere? Mis respetos para todas esas mujeres que pueden con toda esa gran responsabilidad que implica ser padre y madre a la vez y sin recibir o esperar un sólo cinco del bolsillo del otro.

Lo mismo para todas aquellas que realmente lo destinan para las necesidades de sus hijos. Cómo puedo yo pensar que ese pequeño que tuve frente a mí, de semblante pálido y manchado, pelito cenizo, uñitas sucias y largas tan flaco y escaso como las dietas de su madre, de uniforme percudido, zapatos más que viejos y de mirada confundida, sea un niño bien amado, cuidado, atendido y procurado por su madre? Una madre que goza de un excelente salario que le dá para viajar a otros continentes, exhibir a su bien atendido y mantenido amante en turno, y si a ésto le sumamos la jugosa cantidad que gana como mercenaria de las demás pensiones de sus otros hijos.

Hasta cuándo veremos esto? Hasta cuándo serán los hombres (los padres) los que tengan que sufrir y pagar tan caro el precio para poder convivir con sus hijos? Cuando se le pedirá también a la madre cuentas claras para que compruebe sus gastos de esa debida manutención, si hasta donde observo al hombre siempre le piden cuentas y pocas veces obtienen tan anhelado beneficio de convivencia acordada por el juez, el cual la madre se hace de oídos sordos o se pasa las leyes por el arco del triunfo. ¿Hasta cuándo la vecina, la amiga los familiares, dejarán de solapar y hacerse cargo de un niño ajeno, mientras la madre de éste, anda de viajes de placer atendiendo las demandas de su cuerpo que pasa ya a los 50 con aires de quinceañera? ¿Hasta cuándo serán primero madres antes  mujeres urgidas y necesitadas?

¿Hasta cuándo dejaré de ver el rostro abatido de un hombre llorando por no poder ver y abrazar a su amado hijo? ¿Hasta cuándo el sistema protegerá a muchas de esas mal llamadas madres, que sólo buscan vaciar un bolsillo para beneficio de ellas más que para sus hijos? Y aún que el tema de abusos, maltrato físico, psicologíco, etc.

En relación al hombre es un punto poco tratado, y la balanza de la justicia se inclina más a favor de las madres, me quedaré esperando a que un buen día los sensibles de este tema alcen la voz para exigir a las autoridades, se estudien y analicen tantos atropellos y situaciones injustas en perjuicio de lo que ustedes creen son una minoría, la triste realidad de estos padres sufriendo por no poder ver a sus hijos y sobreviviendo con lo que les quedó de su reducido salario está realidad es otra.

Ojalá y hubiese dependencias, así como el Instituto de la mujer DIF y otras defensorías que de igual forma atiendan a los hombres que hoy por hoy son los malos del cuento.